Estados Unidos
Sin dimisión... de momento
El optimismo que inundaba a la Selección y su entorno en las vísperas de cuartos de final se tornó en funeral después de una derrota histórica. El seleccionador veía el partido como uno de esos días que «esta generación gana siempre, a diferencia de la mía», pero... El batacazo ante Francia en una Copa del Mundo «pensada» para que España y Estados Unidos disputarán la final devolvió a la Selección a la edad oscura. Volvieron los tiempos del «angolazo», del «chinazo», de las caras largas, de las derrotas en cuartos o antes y el seleccionador «en la derrota más dura de mi vida deportiva», como él mismo definió, no se escondió. «¿Dimisión? Ahora mismo estoy pensando en el partido y en lo duro que es vivir estos momentos. Soy una persona de la Federación. El año pasado las cosas salieron bien y no hay ningún problema en estar en un sitio o en otro. Hemos intentando un éxito que no hemos podido alcanzar y por el que seguiremos peleando», aseguró Orenga en una triste conferencia de prensa delante del presidente de la Federación.
Era el segundo torneo del seleccionador al frente del equipo nacional y está por ver que no sea el último. Los gritos de «Orenga dimisión» al final del partido fueron una banda sonora cruel para el técnico, que ayer no fue el único responsable. «Lo más importante es que hemos perdido, no que hayan gritado eso. Cuando acaba, el cabreo es monumental en todo el mundo y el más jodido ahora soy yo». En el pasado Eurobasket, con un bloque en el que llamaban más la atención los ausentes que los que estaban, España fue bronce. En la Copa del Mundo, el único objetivo era ganar el oro o al menos pelearlo con los estadounidenses. Y para eso se había «apuntado» Pau Gasol. Fue el único que no se escondió en la pista y también dio la cara luego. Lo habitual en el líder de una Selección irrepetible y que puede haber vivido su último capítulo. «Es una derrota dolorosa y decepcionante. Teníamos muchas expectativas y habíamos hecho un gran torneo hasta aquí, pero nos dominaron el rebote y no movimos bien la pelota. En este momento estoy orgulloso de mi equipo y de mis compañeros. Es muy doloroso, pero es parte del deporte», aseguró Pau.
Su adiós del torneo no sabe si conllevará la despedida de «La Roja». Con 34 años, él, Navarro, Felipe Reyes y José Manuel Calderón, que tiene 33, podrían haber vivido su último campeonato con España, pero... los Juegos de Río están a dos años vista y nadie ha cerrado ninguna puerta de momento. La generación de oro no merece una despedida como la de ayer. «Como siempre digo, nunca se sabe cuándo es tu último partido ni tu último campeonato. Me gustaría jugar hasta los 50 años, pero lo dudo. Es un honor jugar con mi país, pero nunca se sabe. Tenemos grandes jugadores jóvenes por detrás y estoy seguro de que seguiremos teniendo un buen equipo en el futuro», afirmó Pau.
Gasol salió en defensa de Orenga después de muchos apuntasen al seleccionador como culpable de la derrota: «Son partidos de mucha tensión. Ellos han estado más activos y acertados en momentos clave y nosotros no. Hemos ido a remolque todo el partido, cosa que no había pasado en todo el campeonato».
Calderón, otro de los más afectados, aseguró que Francia llevó «bien preparado el partido y hemos tenido un par de veces que nos hemos puesto arriba, pero no ha sido posible». El base reconvertido en escolta no quería centrar la derrota en un aspecto. Era imposible. A España las vías de agua le aparecieron por demasiados lugares. El rebote, el tiro de tres, la concentración para proteger el aro... «Hay mil cosas, no sólo se pierde por una. Ellos han jugado mejor no hay que darle demasiadas vueltas, se lo han merecido y el día que las cosas tenían que salir no han salido». España se marchó de su Copa del Mundo por la puerta de atrás.
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