Sólo falta Bale

El extremo galés parece listo para reaparecer en el Mundial de Clubes, otra buena noticia para Zidane tras haber recuperado los goles y el juego antes de viajar a Abu Dhabi.

Zidane descartó inmediatamente a Bale para el partido del pasado sábado ante el Sevilla. El galés había aparecido por sorpresa en la primera parte del entrenamiento, participó en los rondos iniciales pero después, ya sin cámaras, se retiró para seguir con su proceso de recuperación. «No va a estar con nosotros, pero sí que va a venir al Mundialito y vamos a ver si puede estar en el primer partido», explicaba Zizou, que le ha dado al galés todo el cariño y el tiempo que necesitaba. «Él es el primero que quiere estar bien, pero no lo está, tiene molestias», dijo después de su reaparición fugaz ante el Fuenlabrada. Puso un centro magnífico nada más entrar al campo, pero no dejó de estirar sus músculos cada vez que tenía oportunidad. Las sensaciones no eran del todo buenas, así que había que volver a parar. Por eso no pudo jugar el último día en el Bernabéu, pero sí se subió al avión con destino a Abu Dhabi y participó de la primera sesión de trabajo en el país donde se disputa el Mundial de Clubes.

Un torneo al que llega el Real Madrid en el mejor momento del curso o, al menos, en uno muy bueno en cuanto a la moral y la confianza. Todo lo que no le había funcionado al equipo en las semanas previas, resultó natural y sencillo frente al Dortmund y, especialmente, ante el Sevilla, en una goleada con algo de catarsis. Se liberaron los chicos de Zidane de tantos debates sobre la falta de puntería o los bajones de juego para volver a correr y a mover la pelota como lo hicieron en el doblete del curso pasado. El grupo puso rumbo a Asia con la sensación de haber recuperado su identidad y, de paso, a los futbolistas menos habituales, de los que se había empezado a dudar.

A dos partidos del quinto título del curso y con la confianza recuperada, ni el premio gordo del sorteo de octavos de la Liga de Campeones (el París Saint Germain) sirve para perturbar el estado de optimismo. En realidad, lo único que le falta a Zidane en este momento es recuperar a una de sus máximas estrellas: poder contar con Bale en un número amplio de partidos seguidos y aprovecharse de su talento. Su baja, por mucho que sea algo cotidiano, no deja de ser importante para cualquier club del mundo, sea del potencial que sea. Varias de las mejores actuaciones de Real Madrid esta temporada, el choque de Dortmund ante el Borussia y el de Anoeta frente a la Real Sociedad, fueron con el galés en el césped, marcando en ambos y siendo importante en ataque. Hace mucho que Zizou no puede contar con su tridente principal de delanteros y ya ha anunciado que en cuanto esto sea posible los tres serán titulares. Abu Dhabi puede ser un buen trampolín para el extremo, en una semifinal, en teoría, ante un rival de nivel algo inferior, pero con Gareth los planes siempre deben ser a largo plazo. Su cuerpo necesita tiempo para recuperar el ritmo tras la inactividad y borrar el temor a una recaída. Bale está a tiempo de volar de nuevo y llegar fresco a los meses en los que se empiezan a repartir los títulos, por ejemplo, sin ir más lejos, el 14 de febrero ante el PSG.