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Lo que ha aprendido Carlos Alcaraz en el US Open en el que ha deslumbrado

El joven español de 18 años abandona el US Open lesionado, pero «más maduro» y habiéndose demostrado que puede competir con los mejores

Carlos Alcaraz golpea una derecha durante el US Open en el que ha brillado
Carlos Alcaraz golpea una derecha durante el US Open en el que ha brilladoJOHN G. MABANGLOEFE

Era el tercer juego del segundo set de los cuartos del US Open y Carlos Alcaraz pidió la presencia del fisio. No le atendió, tuvo una charla con él y le explicó la situación, los riesgos que corría si continuaba en el partido, teniendo dañada la zona del abductor de la pierna derecha. El español volvió a la pista y apenas compitió. Félix Auger-Aliassime hizo un saque directo que el murciano ni amagó con restar. Carlos se marchó directo a la red, se quitó las muñequeras y felicitó a su rival, que ya iba venciendo por 6-3 y 3-1. La maravillosa aventura protagonizada en su primera presencia en el Grand Slam estadounidense llegaba a su fin de forma un poco triste, pero eso no quita importancia a lo que este chico de 18 años ha conseguido. Y como muestra, la forma en la que abandonó la Arthur Ashe...

Se habían disputado una hora y ocho minutos de encuentro cuando Alcaraz se retiró. Eso no suele gustar a los aficionados, a veces se oyen pitidos, pero el murciano se marchó recibiendo una gran ovación, mientras él aplaudía y se llevaba la mano al corazón. Su forma de jugar es de las que hace vibrar a los espectadores y así se lo reconocieron. El físico terminó traicionando a un tenista que sólo está empezando en la élite. Está poco acostumbrado a los partidos a cinco sets, ya que es el primer año que disputa los Grand Slams. En Australia pasó una ronda, como en Wimbledon, donde se cruzó pronto con el número dos del mundo, Medvedev; en Roland Garros fue un paso más allá llegando al tercer partido y en la Gran Manzana ha sido la bomba con su presencia en cuartos y superando a Tsitsipas, contra el que necesitó llegar al último parcial, lo mismo que en octavos ante Gojowczyk. Su cuerpo ya no ha podido más. «Al haber jugado partidos muy largos y duros siempre van apareciendo molestias, pero con las que puedes convivir. El problema que me ha hecho tener que llegar al punto de retirarme ha sido el abductor derecho», admitió Carlos, a la espera de pruebas para saber el tiempo que tendrá que estar de baja.

Subida de 103 puestos en el ránking

«Me voy muy contento, pero no cambiado. Lo que he vivido aquí me ha hecho madurar. He adquirido mucha experiencia de cara a los siguientes torneos, pero yo creo que voy a seguir siendo el mismo chico, el mismo jugador», reflexionó tras el encuentro Alcaraz, cuya proyección esta temporada ha sido impactante. En enero estaba el 141 del mundo y deja el US Open como el 38. En medio ha conquistado su primer torneo ATP, en Umag. En el entorno del tenista tenían esperanzas en un subidón en el ránking en este curso tan importante para el murciano. Desde que Juan Carlos Ferrero lo vio cuando tenía 14 años sabía que estaba ante un chico con potencial para llegar alto, pero luego hay que dar los pasos necesarios. Es más, lo que ha conseguido Alcaraz en 2021 podía haber sido antes, pero la pandemia jugó en su contra porque perdió la oportunidad de vivir ya en 2020 todo lo que le ha pasado esta temporada: jugar torneos de Masters 1.000 y Grand Slams, enfrentarse a tenista como Nadal o Medvedev, vencer a otros como Tsitsipas... «El crecimiento lo da el entrenamiento, sí, pero sobre todo enfrentarte a los mejores. Si te mides a los mejores, creces más rápido, sobre todo si eres tan bueno como él. Eso la pandemia lo paró un poquito», opina Antonio Martínez Cascales, el fundador de la academia JC Ferrero Equelite y uno de los hombres que ha ayudado al crecimiento de Alcaraz. Más formado físicamente y con margen de mejora en aspectos como el servicio, cada experiencia ayuda a sumar para hacerlo más completo. En los momentos delicados ha demostrado valentía, no se le ha encogido el brazo en pistas enormes repletas de aficionados. Todo eso es nuevo para él, y la próxima vez que le suceda ya sabrá a lo que enfrentarse. Tiene buena pinta y se sabe la lección de lo que le espera, porque aunque todos hablen de él ya como futuro dominador, le quedan fases y volverá a perder partidos contra jugadores con peor ránking. «Intento no meterme presión, no pensar que todos los medios esperan de mí que haga lo que han hecho estas “bestias”. Cada uno tiene su camino y voy a seguir el mío prestando atención a mi equipo, aprendiendo de todo e intentando no prestar mucha atención al mundo exterior», asegura.