Opinión

Pongan la final de Nadal a los niños en los colegios

La victoria de Rafa ante Medvedev es una lección vital sin precedentes

Nadal, en la conferencia de prensa posterior al partido ante Medvedev
Nadal, en la conferencia de prensa posterior al partido ante MedvedevJAMES ROSSAgencia EFE

La final de Nadal en Australia hay que ponérsela a todos los niños en sus colegios. Con el escafoides roto, habiendo superado el coronavirus, sin saber qué iba a ser de su vida hace dos meses, habiendo perdido los dos primeros sets... la victoria de Rafa ante Medvedev es, además de su 21 Grand Slam, una lección vital sin precedentes.

Hace tiempo recuerdo que afirmé que lo ideal para la Historia sería que Federer, Rafa y Djokovic terminaran sus carreras empatados a 20 Grandes. Ya no será así. Creo que el suizo no sumará más y los que sí lo harán serán el español y el serbio. Rafa y Nole estoy convencido de que van a volver a empatar. Eso si al balcánico no le vetan en otros Majors. De momento para Roland Garros y si el físico le respeta vuelvo a ver a Nadal como favorito.

Las claves de la final van más allá de lo sucedido con el 3-2 y 0-40 del tercer set. Rafa se ha visto obligado a mejorar su servicio porque arrancó el partido demasiado flojo, estuvo lejos del rendimiento que ha mostrado a lo largo del torneo. Y el otro factor determinante creo que ha sido el físico del ruso. Medvedev ha flaqueado en el tercer y el cuarto set porque en rondas anteriores tuvo partidos muy exigentes ante rivales como Kyrgios, Cressy o Auger-Aliassime. Es cierto que ha sido capaz de regresar en el quinto, pero ahí Rafa ya estaba lo suficientemente asentado como para no dejar escapar a la presa. Nadal ha sido inteligente buscando su derecha y usando las dejadas cuando el partido estaba avanzado. Ha sido la mejor manera de romper el ritmo de Daniil. Hay otro factor que ha desequilibrado al ruso y ha sido el comportamiento del público entre saque y saque. Su fortaleza mental es innegable, pero la mala educación de algunos le ha descentrado. Es uno de los aspectos a mejorar, aunque la clave de todo ayer ha sido el jugador que ha tenido enfrente. Nadal llega donde nadie más lo hace.