
Tenis
Alcaraz busca repetir título en Roland Garros, algo que sólo siete hombres han conseguido, entre "terrícolas" y cañoneros
Carlos Alcaraz es el favorito en Roland Garros, aunque la tierra batida no sea su superficie preferida. Evita a Zverev y Djokovic, que llegan a París con dudas, y a Sinner hasta una hipotética final

Aquel joven niño que salía corriendo del colegio para llegar a casa, poner la tele y pasarse la tarde mirando partidos de tenis, viendo el torneo de Roland Garros, es ahora el joven (22 años recién cumplidos) que entra en la Philippe Chatrier por primera vez en 2025 y saluda a Coco Gauff y a Madison Keys, que da la mano a todo el que se cruza con él y que firma autógrafos a los aficionados. Es Carlos Alcaraz, el defensor del título, el sueño cumplido el año pasado al levantar la Copa de los Mosqueteros por primera vez y el reto de repetir título en París.
Los que han repetido título
No son muchos los que lo han conseguido en el cuadro masculino desde la llamada «era Open», el comienzo de lo que es el tenis actualmente, con la unificación de los circuitos profesional y amateur. La mayoría de los jugadores que lo han logrado son conocidos por todos: el checo Jan Kodes (1970-1971), el mito Bjorn Borg (1974-1975 y 1978-1981), el inolvidable Ivan Lendl (1986-1987), el incansable Jim Courier (1991-1992), el hombre que devolvió la fe a los tenistas españoles, Sergi Bruguera (1993-1994); el carismático Guga Kuerten (2000-2001) y la leyenda Rafa Nadal (2005-2008, 2010-2014 y 2017-2020).
Alcaraz, un "terrícola" que prefiere la pista dura
Alcaraz es el hombre a batir en estos momentos en tierra batida, un poco por herencia de Nadal, por ser español y por ser el campeón, y lógicamente también por sus números, pues como profesional ha conquistado diez títulos en las pistas lentas de los 30 que ha jugado, y sin ir tan lejos porque en este 2025 lleva tres finales en tres citas, dos ganadas, en Montecarlo y Roma, y una perdida en Barcelona. En parte y entre comillas también es favorito a su pesar. En una entrevista para los medios oficiales de Roland Garros, el propio Carlos admite que no puede decir que la tierra sea su superficie favorita, que las pistas duras le gustan más, aunque hasta los 11 o 12 años no las pisara por primera vez. Ese niño que corría a casa a ver Roland Garros, jugaba sobre arena roja, pero después su evolución y su juego le hicieron sentirse mejor en terrenos más rápidos.
Desde su equipo insisten en una palabra: «Paciencia». En tierra van a volver más bolas de las habituales, hay que preparar mejor el punto y buscar más los efectos y los cambios de altura, no ser tan directo. Todo eso lo ha puesto en práctica más que nunca este curso, donde quizá no se ha visto al Alcaraz más brillante, pero sí a una versión muy inteligente y eficaz, con sus cosas y sus despistes, como casi todos los genios. Claro que luego están sus números en hierba, suelo que no pisó ni con 11 ni con 12 años, sino con 16 para jugar Wimbledon júnior, la catedral del tenis que ya ha conquistado dos veces consecutivas con los «mayores».
Los rivales en Roland Garros 2025
Se puede decir, por tanto, que Carlos es un jugador total, aunque es verdad que el tenis desde hace tiempo ha ido perdiendo la figura de los «especialistas» y que se juega de forma similar en casi todas las superficies. Pero en el camino del murciano a su segundo Roland Garros, sí se va a encontrar, si logra ir avanzando y se cumple la lógica, a rivales a los que se les puede aplicar este calificativo, siempre teniendo en cuenta este tenis más global, al que habría con dos apellidos distintos: «terrícolas» y sacadores. Alcaraz debutará contra Kei Nishikori, que no es un «terrícola» como tal, pero jugaba muy bien en tierra. El verbo en pasado es porque quien fuera cuatro del mundo lleva años fuera de foco, castigado por las lesiones. En segunda ronda, podría medirse con Marozsan, tenista que ya venció a Carlos en la tierra de Roma en 2023; después, cambio de tercio, a los cañoneros, pues su probable oponente en tercera ronda sería el francés Mpetshi Perricard, el hombre que ha llevado el servicio al siguiente nivel, que saca casi igual el primero y el segundo y llega como si nada a los 230 kilómetros por hora. Los octavos serían contra otro francotirador como el estadounidense Shelton o un dos veces campeón en Montecarlo y una finalista en Roland Garros como Tsitsipas; el griego es de lo que se puede considerar más especialista en polvo de ladrillo de los que hay ahora en el circuito, aunque lleva meses tratando de recuperar un lugar que ahora es difuso. Para «terrícola», el teórico rival en cuartos, Casper Ruud: el noruego tira profundo, con efecto, con peso, a desgastar; aunque, por ranking, a esas alturas el oponente también podría ser Tommy Paul, un jugador moderno en el sentido de que juega de forma similar, y bien, en cualquier lado. Para las semifinales, le esperaría por ranking Taylor Fritz, por «terrícola» Musetti o quizá Rune, el único que ha batido a Carlos esta temporada en tierra.
Se considera que el sorteo es amable para Alcaraz, porque por el otro lado van Sinner (eso era sí o sí), Zverev y Djokovic, aunque el alemán y serbio son una incógnita después de sus últimos resultados.
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