Tenis
Carlos Moyá da los detalles de la recuperación de Nadal: “En cierta parte del proceso pensé que podía ser el final”
El entrenador del balear describe en una entrevista en la web de la ATP cómo ha sido el año en el que Rafa ha luchado para volver a las pistas: “Ha sido un camino virado y tortuoso”. Ahora están muy esperanzados
Rafa Nadal ya ve la luz al final del túnel después de un año en el que ha luchado con todo para tratar de volver a las pistas. Ya está en Manacor de nuevo. El último paso ha sido ir a entrenar a su academia en Kuwait y las sensaciones han sido buenas. “Hemos entrenado con Fils [una de las jóvenes promesas del circuito, francés de 19 años], y la verdad que muy bien, mucho mejor de lo que él se podía esperar. Rafa llegó allí pensando que no iba a ser competitivo, que no iba a estar a la altura y sale convencido de que puede ser que sí”, desvela Carlos Moyá, el entrenador del balear, en una entrevista en atp.com, en la que repasa cómo ha sido todo el proceso de recuperación.
Todo empezó el 18 de enero de 2023 cuando en la segunda ronda del Open de Australia contra McKenzie McDonald Rafa se lesionó en el psoas ilíaco de la pierna izquierda. Siguió en el partido, pero sin opciones de competir: perdió por 6-4, 6-4 y 7-5. Era una lesión que conocía porque ya la sufrió en la otra pierna en 2018 y necesitó unos meses para volver. Pero esta vez no le funcionó el mismo método. Fue renunciando a torneos, no llegó a tiempo al comienzo de la gira europea de tierra batida, no llegó a Roland Garros, y entonces decidió que si quería volver a jugar tenía que operarse. “Tuvo una operación más complicada de lo que en principio se preveía. Una vez abrieron y vieron lo que había, era más delicado de lo que se pensaba en un principio. Mira que se hizo pruebas y resonancias… parece que no se vio bien lo que tenía y el tiempo de recuperación ha sido más largo de lo esperado”, explica Moyá en ATP. “También es verdad que si no se llega a operar era aún más complicado que se recuperase. El siempre tuvo claro que deseaba volver, y quería que su despedida fuera en la pista”, añade.
La primera parte de la recuperación tras pasar por el quirófano fue de no poder trabajar apenas. “Fue un mes y medio de prácticamente no verle, ya que se marchó de vacaciones. Iba haciendo la rehabilitación dentro de unos condicionantes, ya que estaba en el barco, en Grecia. Luego, a finales de agosto, empezamos a entrenar. Nada, muy suave. Hacíamos dos días a la semana, veinte minutos. Una progresión muy lenta, íbamos hacia atrás un poco, volvíamos… Siempre muy conservadores”, narra el preparador del ganador de 22 Grand Slams.
"En la cabeza del jugador también hay dudas: '¿responderá el cuerpo?'"
“Poco a poco fuimos aumentando la carga y aumentando la intensidad, siempre con unos plazos muy establecidos que íbamos cumpliendo. A veces teníamos que dar un paso atrás, descansar un poco, ralentizar, pero es todo el proceso que conlleva una lesión de esta seriedad, y a estas alturas de su carrera en la que ya no tiene 20 años. Hasta que poco a poco hemos podido ir avanzando, los problemas se han ido solventando y ahora está prácticamente preparado para poder ir a Australia a intentarlo”, añade.
De las palabras de Moyá se extrae que han sido meses complicados, de muchas dudas, como es lógico, por la lesión y por la edad de Nadal, que ya tiene 37 años. “Llevábamos un mes y medio o dos jugando, y vemos que la progresión es muy lenta… no sabes si es más lenta de lo esperado o no porque es la primera vez que estábamos en una situación así. Pero sí ves que tienes tus dudas, y en la cabeza del jugador también hay dudas: ¿responderá el cuerpo? ¿Será capaz de aguantar las cargas? Hay muchas preguntas que van surgiendo. No ha sido un camino de rosas, ni mucho menos. Ha sido un camino bastante virado y tortuoso, con muchas curvas”, explica Moyá.
Nadal ya se ha recuperado otras veces de lesiones y ha tenido regresos espectaculares, pero según explica Moyá esta ha sido sin duda la más difícil: “Ha habido situaciones complicadas también, pero ahora ves que los cartuchos se van agotando. La vida útil de un deportista de élite tiene su fecha de caducidad, y él se va acercando a ella. Uno nunca es consciente de cuándo es ese momento, pocas veces lo es. Uno siempre sigue intentándolo. Y creo que en ese aspecto todos hemos tenido nuestras dudas de que pudiera llegar a ir a Australia, y él era el primero. Yo las he tenido en cierta parte del proceso, en ciertas etapas. He tenido la sensación de que podía ser el final, sin tener la opción de volver a jugar. Ha sido el momento más complicado que he vivido con él”.
El temor que queda ahora
El preparador de Nadal todavía tiene un temor: "Rafa va a pasar de entrenar, que está muy bien, a competir. Y es imposible tener las mismas condiciones en un entreno que en un partido. Jugar al mejor de cinco sets, ganar, descansar, volver a la pista a los dos días… Esa es la duda que tengo ahora mismo, sobre todo para un Grand Slam. Pero tenemos tiempo. Si empezara mañana el Abierto de Australia, sería un miedo real. Falta todavía un mes, un torneo antes en Brisbane, entrenos exigentes… Todo eso creo que le va a poner en condición de poder aguantarlo. Pero ahora mismo ese es mi temor".