De un tiempo a esta parte hay partidos, y no sólo de tenis, que importan menos que lo que sucede luego en la sala de prensa. Mourinho marcó tendencia y en el estreno de Nadal en Roland Garros sucedió precisamente eso. El estreno ante el francés Quentin Halys fue apacible: 6-3, 6-3 y 6-4 en una hora y 50 minutos. Lo que sucedió luego fue un capítulo más en el conflicto entre la Federación y los jugadores por el nombramiento de Gala León como capitana de la Davis y la cada vez más cercana eliminatoria ante Rusia. Ningún juego ante Halys duró los 11 minutos en los que Nadal se explayó sobre el «caso Gala León». Primero fueron Verdasco, Ferrer y Feliciano; ayer fue el turno para Rafa, que se mostró tan contundente como sus colegas. «La Federación nos ha faltado al respeto y lo que tratan de hacer es ocultar cosas que no se han hecho bien. Se está montando un show innecesario, absurdo, con opiniones desencaminadas de la realidad. Se ha querido desviar la atención a un tema tan delicado como el machismo y lo último que soy es machista. Los jugadores también debemos asumir el ‘‘mea culpa’’, pero desde el otro bando también deben asumirlo», dijo Rafa. En segunda ronda le espera otro que no estará en Rusia, Almagro.