La pelea continúa

Nadal y Djokovic disputan un torneo diferente al de los otros seis cuartofinalistas en París-Berçy. Su pelea va más allá de quién gana el último Masters 1.000 del año. Con el número uno en juego, Rafa y el serbio se vigilan a la espera de retarse en una nueva final. Ambos resolvieron sus compromisos por el mismo marcador (ver gráfico).

La diferencia fue que Rafa estuvo 14 minutos menos en pista: 67 frente a los 81 que necesitó «Nole» para liquidar a Wawrinka. A la espera de disputar mañana el que puede ser el penúltimo «partido del año», Rafa está a sólo dos pasos de confirmarse en París como número uno del mundo en 2013. Si Djokovic cae ante Federer en la semifinal de hoy o si Rafa le derrota en la final, el español cerrará el ejercicio como número uno. Se convertiría en el primer jugador de la historia en recuperar el liderato de la ATP tres años después de haberlo sido por última vez.

Hay determinados jugadores ante los que el poder intimidatorio de Nadal resulta devastador. Gasquet, un compañero de generación, es uno de ellos. El francés ha hecho una temporada más que meritoria, con clasificación para el Torneo de Maestros incluida, pero ve a Rafa al otro lado y su raqueta se convierte en una pala de paddle. Hubo partido hasta el cuatro iguales del primer set. La amenaza que representaba Gasquet para Nadal en su etapa junior nunca se ha concretado en el circuito. Doce partidos y otras tantas victorias de Rafa. «Tengo más opciones de batir a Nadal en la Play Station que en un partido de tenis», confesó antes de medirse con el español en las pasadas semifinales del Abierto de Estados Unidos. En París la historia no cambió. Rafa logró un par de «breaks» en la primera manga y encarriló el segundo set con mucha facilidad. El excepcional año de Rafa ya tiene una muesca más: ha alcanzado las semifinales en todos los Masters 1.000 que ha jugado. «He ido a más, he jugado más dentro de la pista, aunque todavía necesito mejorar algunos aspectos», afirmó en Teledeporte tras la victoria.

La facilidad con que Nadal y Djokovic llegaron al penúltimo día contrastó con el partido entre Federer y Del Potro. El suizo se vengó de la derrota en la final de Basilea mostrándose a un nivel competitivo que no se le había visto en toda la temporada. La victoria ante el argentino es la primera que logra ante un «top» en 2013.