Nueva York

Rafa es especial

La Razón
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Han pasado ya ocho años desde que Rafa Nadal ganó su primer «Grand Slam» y no deja de sorprendernos. Cada temporada que pasa es mejor. Es competitivo, tiene el espíritu de los grandes campeones, que nunca aceptan la adulación y siempre quieren un poco más, ir más lejos, correr más rápido y jugar mejor.

En Nueva York fue magnífico, a la manera en la que casi siempre nos tiene acostumbrados. Le hemos visto tantas veces ganar que temo que en ocasiones no valoramos suficientemente lo que está pasando por delante de nuestros ojos. Tiramos de cifras y sabemos que son 13 «Grandes», que está por encima de casi todos los tenistas de siempre, pero los datos no explican todo: hay que verle jugar. Ahí está la verdad, cuando tiene la raqueta en la mano y es testarudo, fuerte, rápido, resistente, talentoso, voluntarioso... Todo lo que se le puede pedir a un deportista.

Los que hemos podido observarle de cerca sabemos que es especial. Basta con mirar en los ojos de los rivales cuando aparece en la pista, todos tienen claro que se enfrentan a una excepción, no hay partido sencillo contra la capacidad de lucha de Rafa.

Dentro de unos años se seguirá hablando de Nadal, pero ya no habrá la opción de verlo en directo. La gente debatirá si fue o no fue el mejor de siempre, intentará cuantificar qué pasó en aquellos días. No ha llegado ese tiempo, aún tenemos la opción de disfrutar plenamente de su juego y de agradecer todo lo que está dando al tenis. Este fin de semana todos los aficionados pueden rendirle un homenaje en la Caja Mágica durante la eliminatoria de la Copa Davis ante Ucrania. No la desaprovechen.

*Presidente de la Real Federación Española de Tenis