Londres

Un aviso para el número uno

Novak Djokovic
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«Lo necesitaba», dijo Novak Djokovic después de derrotar a Rafa Nadal en la final de Pekín. Un alivio para él, que en 2013 había sido superado dos veces en pistas duras por el español, quien, a partir de hoy, será el nuevo número uno del mundo. Rafa ha recuperado la corona, pero Djokovic, el que la ha perdido, le recordó ayer que la pelea continúa. Impecable con el saque, con el que sólo cedió seis puntos de 46, «Nole» aprovechó dos «breaks» al comienzo de cada set para llevarse el partido (6-3 y 6-4). Con ello, cortó dos rachas de Rafa: la de victorias en pista dura este año, que dejó en 26 (hasta ayer no había perdido), y la de triunfos consecutivos: 22. El manacorense no tuvo ninguna pelota de ruptura. Trató de resistirse como hace siempre, de ganar la batalla mental y esperar un bajón de su rival, pero éste nunca llegó. «Tiraba las bolas muy bajas y he tenido mucha dificultad para darles efecto. Además, fue capaz de devolver todas las pelotas que le mandaba, y cuando esto te pasa con un jugador como Novak, estás acabado», reconoció. «Hoy [por ayer] ha sido demasiado fuerte para mí», añadió. «Pero el mejor en 2013, con mucho, ha sido Rafa, por eso significaba tanto ganarle», contestó Djokovic.

Rafa Nadal amanecerá hoy al frente de la ATP con sólo 40 puntos de ventaja sobre el tenista serbio (11.160 por 11.120) y seguirá en ese puesto la próxima semana suceda lo que suceda en el Masters 1.000 de Shanghái, que ya ha empezado. Allí, «Nole» puede, como mucho, quedarse con los puntos que tiene porque defiende título y Nadal sumará haga lo que haga, al perderse el torneo el año pasado. La semana siguiente, el español también seguirá arriba porque será de descanso. Después, le tocará volver al trabajo. Nadal jugará en Basilea y en el último Masters 1.000 del curso, en París, para seguir engordando su cuenta de puntos.

En esa última cita también puede sumar Djokovic, que el año pasado perdió en segunda ronda. Aparte del francés, ningún torneo más aparecía en el calendario del serbio, pero con las nuevas circunstancias podría apretar para ir a Basilea o Valencia, donde tampoco defiende puntos. «Voy a estar al frente del ránking durante unas semanas, y necesito jugar bien para intentar terminar como número uno del mundo al final de la temporada. Si no, no tendré esa oportunidad», opinó Rafa. En función de lo que suceda en los tres torneos que quedan se sabrá si la Copa de Maestros, que mide a final de curso, en Londres, a los 8 mejores del año, servirá para decidir quién acaba como número uno.

En ella, donde Rafa nunca se ha impuesto (uno de los pocos retos que le quedan) Djokovic defiende 1.500 puntos y Nadal, cero. El serbio lo tiene bastante complicado, pero ya lo advirtió: «El año todavía no ha terminado». La rivalidad entre estos dos jugadores es una de las más prolíficas de la historia del tenis. Nadie se había enfrentado tantas veces. Hasta en 38 ocasiones se han visto las caras, con ventaja para el español por 22-16. Rafa siempre ha sido un ejemplo para Novak. «Me ha ayudado a ser más fuerte. Cuando él estaba detrás de Roger Federer tuvo que esperar muchos años para ser número uno por primera vez, y lo logró. Eso me ayudó a saber que yo también podía llegar. Y lo ha vuelto a conseguir ahora», admitió el balcánico.