Aventura
Travesía Sisargas, el reto a nado en la Costa da Morte que recupera la hazaña de un bisabuelo fallecido
Daniel Gambón recuperó el recorrido entre las islas Sisargas y Malpica de Bergantiños como un reto personal y ahora celebra la décima edición como travesía popular.
La Travesía Sisargas nació como un reto familiar para Daniel Gambón. En la familia estaba muy presente la hazaña del bisabuelo Domingo Suárez, el primero que se atrevió a recorrer a nado la distancia entre las islas Sisargas y Malpica de Bergantiños, en la provincia de La Coruña. Un «a que no hay huevos» de manual que tuvo consecuencias fatales. Domingo consiguió llegar al pueblo a nado, pero con una hipotermia que derivó en una pulmonía mortal. Desde aquella apuesta entre marineros del año 36 nadie se había atrevido a repetir la hazaña. Hasta que un día Daniel Gambón decidió que ya estaba preparado para recorrer el camino de su bisabuelo.
«Nadie lo volvió a hacer no solamente de nuestra familia sino del pueblo. Hasta que un día ya me veía capaz, había entrenado, y sin decirle nada a nadie porque en la familia se tenía como algo peligroso que no se quería repetir, fui hasta allí y nadé. Lo hice un poco en su honor y como reto. Ese reto que sirvió para mí yo creo que también lo llevan los otros nadadores, es un reto personal de superación», explica Daniel Gambón.
Y aquella aventura que comenzó como un reto personal y un homenaje al bisabuelo, celebra este año su decimotercera edición, que se disputa el 13 de agosto. «Esta es la edición número 13 porque he contado la primera que hizo Domingo Suárez, yo hice la segunda, la tercera con un grupo de amigos y a partir de ahí de la cuarta ya lo abrí a la gente porque ya no sólo me parecía algo fantástico a mí sino que cuando fueron mi grupo de amigos nadadores todo el mundo dijo “tienes que hacer algo para que la gente pueda venir aquí porque esto es increíble”», explica Daniel.
La primera travesía de Daniel fue acogida de manera diferente en su familia. «Mi abuela se enfadó mucho porque dijo que quién me manda, que no había necesidad. Para mi padre fue una alegría y fue uno de los primeros junto al patrón mayor de la cofradía de pescadores de Malpica, que me ayudó a organizarla de manera un poco más popular», recuerda.
La ayuda de la cofradía de pescadores es fundamental porque uno de los detalles que convierten a esta travesía en algo único es que los nadadores llegan al punto de salida en barcos de pesca. «Una de las dificultades es llevar a la gente allí y sin la ayuda de los barcos de pesca hubiese sido imposible. En la décima edición hicimos un ida y vuelta para un grupo de nadadores y tuvo muy buena acogida pero es que la gente dice “la ida en barco es algo maravilloso”», dice.
«El entorno es un entorno natural salvaje precioso, forma parte de Red Natura, son islas que no están explotadas, que no puedes acampar, puedes ir, pasear y volver. Está protegida también por las gaviotas y es muy salvaje», dice el organizador de la travesía Sisargas. «Ves a nadadores experimentados, gente que ha hecho otras travesías incluso de más kilómetros y allí lo ven con respeto. Es una de las pocas travesías en las que, año tras año, repiten muchos nadadores y eso es algo que no siempre se hace. Precisamente este año damos el premio a tres nadadores que llevan diez años consecutivos nadándolo, que es lo que se ha podido hacer a nivel popular», afirma. «Este es el décimo año y hay tres que han hecho los diez, pero hay mucha gente que a raíz de venir el primer año es como una cita marcada en su calendario, que les deja marcados. Gente que coge las vacaciones para poder venir y no te hablo de gente de Vigo sino gente de Madrid o Barcelona o de Canarias», añade.
Esa sensación que tuvo Daniel la primera vez de hacer algo diferente pervive aún en el espíritu de la Travesía Sisargas. «Hay nadadores que después de hacerla nos mandan correos o cartas contándonos lo que les había supuesto hacerla a nivel personal, que habían disfrutado del día. Por eso me parece algo más que una simple prueba deportiva en la que vas a nadar, es lo bonito de la travesía», explica. «Entre el viaje en barco de pesca, que te sientes como un pescador que se va a alta mar a pescar y por la bravura del mar en ese sitio creo que es una travesía que el nadador percibe como diferente. Se ven caras de emoción, de miedo o de respeto», asegura.
La zona es complicada. Es el lugar donde comienza la Costa da Morte. «Es una zona donde se cruzan los mares, esto pasa también en el Cabo de Finisterre. Cuando estás allí o cuando miras desde tierra ves como si hubiera un mar que baja y otro que sube», afirma.
«El recorrido, aunque no es demasiado largo, porque es una travesía de media distancia, 4 kilómetros y pico, sí es duro por la amplitud del mar que ves allí. Porque aunque nades con 200 nadadores tú te tiras al mar y salvo los primeros metros después te ves solo. Hay kayaks, hay vigilancia, hay embarcaciones de seguridad que cubren el recorrido, pero muchas veces te ves solo en el mar y con las corrientes, el oleaje, se convierte en una travesía de cierta dureza», explica. Las condiciones, además, son muy cambiantes y eso hace aún más dura. «Todos los años sacamos a algún nadador con hipotermia o porque tiene poca resistencia al frío o porque tiene un nado lento que le hace tardar más o porque ese día es más frío y la temperatura del agua es más baja», explica. Por eso la participación está limitada a 150 nadadores.
Las inscripciones para la Travesía están abiertas hasta el lunes 7 de agosto y se pueden completar en la página web travesiasisargas.com o en travesiacosta.com.
✕
Accede a tu cuenta para comentar