UEFA

Villar, el Rey Sol del fútbol

El presidente de la Federación se aferra a la Ley para perpetuarse en el cargo tras 28 años de mandato. Las elecciones, en enero

Ángel María Villar, ayer en Logroño, junto al presidente de la Federación Riojana, Jacinto Alonso, que acaba de ser reelegido
Ángel María Villar, ayer en Logroño, junto al presidente de la Federación Riojana, Jacinto Alonso, que acaba de ser reelegidolarazon

El presidente de la Federación se aferra a la Ley para perpetuarse en el cargo tras 28 años de mandato. Las elecciones, en enero

Veintiocho años no son nada. Al menos para Ángel María Villar, que aspira a continuar cuatro años más al frente del fútbol español si triunfa en las elecciones, convocadas en principio para el 20 de diciembre, pero que podrían retrasarse al mes de enero de 2017 por todos los contenciosos que tiene la Federación con el Consejo Superior de Deportes, que no traga con el reglamento electoral que le presentó Villar.

Debe pensar Villar que si el Rey Sol (Luis XIV) estuvo 72 años rigiendo los destinos de Francia, su idea de presentarse a la reelección es pecata minuta. Tiene todo el derecho. Le avala la ley, y, aunque en su programa electoral, con el que aspiraba a mandar en la UEFA, hablaba de abrir un debate sobre el particular para regular los mandatos, se aferra a la actual legislación y se permite citar la Constitución para presentarse. No ha debido leer el pacto entre Ciudadanos y el PP en el que se limita a ocho años la presidencia del Gobierno, lo mismo que sucede en los Estados Unidos.

Pero estamos en la España de Villar y como «son abundantes las voces de los representantes del fútbol español que me han hecho sentir y me han solicitado que continúe trabajando por el fútbol de mi país», según rezaba en el comunicado en donde explicaba los motivos de su renuncia a la UEFA, allá vamos a la pelea electoral contra (qué mal suena), Jorge Pérez, su ex amigo y actual secretario general de la Federación con sueldo, pero sin mando, y Miguel Ángel Galán, preparador de entrenadores.

Villar, que estuvo ayer en Logroño en un acto organizado por el presidente de La Rioja, Jacinto Alonso, incidió en que el «fútbol determinará si sigue. Me siento muy feliz, muy querido por los que me tienen que querer, que es mi familia, que es el fútbol. Me expresan cariño y me siento respetado». La familia, que son los presidentes de las territoriales –no todas están con él– consideran que es la persona idónea en estos momentos para dirigir la Federación. Villar había barajado la opción de Rubiales, presidente de los futbolistas, para sucederle. No había consenso y tampoco había un candidato dentro de los presidentes territoriales con las garantías suficientes para imponerse en la batalla electoral. Sumamos a ello el escaso respaldo europeo y el «yo sigo» en boca de Villar se conjuga fácilmente.

Al margen de la guerra con el CSD por el reglamento electoral –hoy está convocada la Comisión Delegada de la Federación, en la que están Del Bosque, Velasco Carballo y Jorge Pérez, entre otros para estudiar el tema– Villar tiene que lidiar un primer toro en un juzgado de Majadahonda el día 15. La querella, por presunta prevaricación fue presentada por Miguel Galán ya que las elecciones, en año olímpico y sin el fútbol clasificado, deberían haberse efectuado el 22 de abril. «Cuando sepa bien lo del 15 me hace la pregunta», contestó Villar a un periodista en Logroño. Quizá, Kepa Larumbe, abogado federativo, y los demás asesores áulicos no le han explicado lo que pasa.

Villar denunció ante la FIFA la orden ministerial que regula las elecciones, el control en la forma de repartir el dinero público o privado. La respuesta del organismo mundial fue una carta en la que se aboga por una reunión. De momento, no hay ninguna prevista, el calendario y los reglamentos electorales no están aprobados por el CSD, por lo que las elecciones podrían ser en enero. Villar, mientras, en su trono.