Atlético de Madrid
Y ahora, el remate
Sólo seis equipos disparan menos que el Atlético en la Liga. Tras la presentación de Costa y Vitolo se espera que cambie la dinámica
Sólo seis equipos disparan menos que el Atlético en la Liga. Tras la presentación de Costa y Vitolo se espera que cambie la dinámica.
La U. D. Las Palmas, que es el último de la clasificación en LaLiga, ha fichado a Paco Jémez para que con su personalidad dé un giro a su temporada e intente salvar a la desesperada a un equipo que ve el futuro negro. Las Palmas está empatado a puntos con el Málaga de Míchel, un conjunto que no encuentra la solución a sus problemas, pese a que sigue confiando en la continuidad del entrenador español como la mejor manera de escapar de ahí abajo. Las Palmas y el Málaga, los dos peores de LaLiga antes del descanso de invierno, sin embargo rematan más que el Atlético de Madrid.
Hace un año, en la jornada 17, el conjunto de Simeone había marcado 31 goles, seis más que los 25 de esta temporada. Es verdad que hace dos sólo sumaba 24, la cifra más pobre desde que el argentino cogió el banquillo rojiblanco. Como no quiere repetir esas cifras, como quiere dar un empujón al equipo hacia arriba, el entrenador confía en que los fichajes de Diego Costa y Vitolo cambien la dinámica del equipo y le lleven a marcar más goles para poder competir de igual a igual con los primeros. De los cuatro mejores del campeonato, el Atlético es el que menos goles ha marcado y aunque eso nunca ha sido un problema para un equipo que vive más de los tantos que no le hacen, los últimos tres encuentros del campeonato, en los que sólo ha marcado dos dianas, encendieron las luces rojas en el club rojiblanco.
Por eso, pocas veces se habían puesto tantas expectativas en la llegada de dos futbolistas.
Cinco goles suma Griezmann esta temporada, dos menos que en la jornada 17 de la pasada campaña, cuando al final terminó con 16 tantos. Pero es que sin el francés no hay futbolista que marque: Carrasco suma cuatro, Gameiro tres, los mismos que Carrasco. Faltan tantos. «Ellos tienen gol, es algo que suele pasar, sabemos que yo voy a estar apto para jugar, si el míster me quiere poner con Griezmann, con Torres, con quien sea... Voy a intentar dar lo mejor. Sé que hay mucha competencia, sé que ellos tiene goles y vamos a hacer una pelea buena», decía Diego Costa, que está a la espera del tránsfer para poder jugar.
Su llegada tiene que dar más profundidad al equipo y convertirle en un delantero centro de referencia, lo que ningún otro jugador ha conseguido esta campaña. Griezmann siente ansiedad y baja a estar en contacto con la pelota, por lo que pierde la posición, y el resto de delanteros no termina de encontrar la continuidad que necesitan. Simeone no parece fiarse de ninguno como sí confía en Diego Costa, que tan buen resultado le dio en su momento.
El hispano brasileño es un delantero de raza, que sólo piensa en la portería contraria, un jugador que necesitan todos los equipos que quieran convertir sus ocasiones en gol. Messi es el delantero que más remata en esta Liga, por delante de Cristiano. El tercero es Luis Suárez. Ninguno de los tres duda cuando ve la portería. No lo hace tampoco Aspas en el Celta, William Jose en la Real, Calleri, en Las Palmas o Rodrigo en el Valencia, los futbolistas que más veces prueban a los porteros contrarios, o por lo menos, los que más veces lo intentan.
En esa lista de rematadores hay que irse al puesto 20 para encontrar a Griezmann, por detrás, por ejemplo, de jugadores como Raúl García, en el Athletic, o de un futbolista con tan pocos minutos como Asensio en el Real Madrid. Quiere Simeone un nueve con sangre de nueve y con hambre de nueve, como es Diego Costa, y más ahora que el delantero lleva tanto tiempo sin jugar.
Falta por saber si con las nuevas incorporaciones el entrenador argentino va a cambiar el modo de jugar del Atlético. Con el paso de los partidos, esta campaña el conjunto rojiblanco ha ido acercándose a su forma más primitiva, la del conjunto que apenas arriesga y que vive de manera muy confortable con el empate a cero a la espera de que las pocas cosas que sucedan sean a su favor. Con esa forma de jugar, Simeone ha querido ganar confianza y seguir sumando puntos a la espera de la llegada de sus delanteros. Quizá porque no se fiaba de lo que tenía por delante, el argentino renunció al ataque para ir sobreviviendo. Ahora puede cambiar.
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