Dos grupos y esa chica de ayer

«Escucha el disco detenidamente, que lo has hecho así, deprisa y corriendo», aconsejan los hermanos Quijano, orgullosos de ver el número uno de iTunes (lo fue durante unos días) su nuevo álbum «Orígenes: El Bolero». Y es que un disco completo de boleros hay a quien se le puede hacer cuesta arriba, pero la semana pasada el elepé alcanzó la categoría de «disco de oro». «El bolero es un género muy desconocido y es en cambio uno de los que más historia tiene. Nació mucho antes que el rock & roll y pasó a segunda fila, hasta que Luis Miguel le volvió a dar popularidad en los 90 con otra sonoridad. Nosotros lo hemos hecho de manera sencilla porque en nuestra casa se han escuchado boleros siempre», dice Manuel Quijano, autor de estos boleros del siglo XXI. «Hay que probarlos –añade Óscar–. Por lo que hemos visto en las redes sociales y en alguna firma de discos, a la gente joven les está encantando. Hay muchos que oyen la palabra ''bolero'' y se echan a temblar, pero cuando lo prueban, lo entienden», asegura. «El bolero es un género que le va como anillo al dedo al desamor. Uno no canta a las alegrías. Las grita. En cambio, sí que le buscas argumentos a la tristeza. Y por eso el desamor predomina sobre el amor. El bolero se sustenta en eso». «Simplemente, hay que probar: sea cual sea el género, si lo pones todo de tu parte, al público le va a gustar», dice Raúl. Están muy interesados en saber la opinión del periodista. «¿Te ha gustado? ¿Cuántos años tienes? ¿te ha costado escucharlo?», pregunta Óscar. «Mira, yo tenía un amigo que era director de una revista de motos. Y sólo le gustaban las ''yamahas'' y las ''kawasakis''. Decía que las ''harleys'' son bonitas pero que no... hasta que probó una, y ahora solo anda en Harley. Tú terminarás llevando un disco de boleros en el coche», pronostica. Para Manuel Quijano, este disco no supondrá un cambio fuerte para su público («siempre hemos metido algún bolero en los discos»), que se subió al carro con «La Lola». «Esa canción nos abrió las puertas de todo. Cada vez que pasas a la historia, lo haces con una canción, que es la que enseña un disco. Para nosotros lo fue todo», dice. El tema estaba incluido en «La extraordiaria paradoja del sonido Quijano», del que vendieron 150.000 ejemplares. En cambio, recogieron los frutos en el siguiente disco, «La taberna del Buda», que, se dice, alcanzó el millón de copias. «Nos abrió las puertas de todos los países de habla hispana. Ojalá pudiéramos haber hecho otra más por disco, aunque nunca hemos tratado de autoimitarnos», señala Manuel Quijano. Y sí, para la puesta en directo del nuevo disco, también habrá una versión «abolerada» de «La Lola».

M-Clan en la "tercera fase"

Han ido quemando etapas. Consideran que ya están en una «tercera fase» de la banda («y en la tercera edad», bromea Carlos Tarque) y que con «Arenas movedizas», el álbum que acaban de editar, cierran esta etapa. «Para este disco hemos cogido las canciones más rabiosas, más directas, y las de letras más fuertes que teníamos. Damos todo lo que tiene M-Clan, pero con barniz, para que resalte más», dice Ricardo Ruipérez, la otra mitad de la banda. «Es fundamental para un grupo parar y reinventarse. Nuestra idea es celebrar los 20 años con un disco en directo y parar un tiempo», asegura Ruipérez. El nuevo álbum es más desafiante desde la portada y no es de los discos que entran a la primera. «Es que si un disco entra a la primera, a la tercera ya no lo aguantas. Bueno, hay algunos que entran a la primera y se quedan para siempre, pero esos los hicieron los Beatles», dice Tarque. Mantienen la autoexigencia y también los pies en la tierra de quiénes quieren ser. De alguna manera sale Wilco en la conversación. «Nosotros no podemos soñar con ser ellos, no tenemos ese talento. Seríamos unos pretenciosos», dice Ruipérez. «Pero sabemos lo que tenemos. Bebemos de las mismas fuentes musicales que ellos, y tenemos dos cosas: por un lado, una forma de hacer canciones como no hace nadie en este país; y por otro, el mejor ''frontman'' de España, Carlos Tarque, algo que no es Jeff Tweedy», añade. Y tienen también una base muy sólida de seguidores. «Del disco anterior vendimos unas 20.000 copias, que no es un superventas, pero que es una cifra muy buena. Eso te da cierta posición en la compañía y te permite tranquilidad», cuenta Tarque, que dice no tener presión ni ganas de volver a intentar otra «Carolina» como la de aquel año. Tampoco aquel éxito les llegó a cansar. «Todo lo contrario. Somos lo que somos gracias a esa canción. En su momento fue subir muy alto». En América les conocen por ese tema y, claro, «lo tocamos siempre. Nos debemos a nuestros hits, como ''Llamando a la tierra'', y las demás». «Sales a la calle y le preguntas a una señora de 50 años quién es M-Clan y se sabe la canción. En cambio, hay grupos que les conocemos los del mundillo y son cojonudos, pero los grupos pasan a la historia por un tema», afirma Tarque. De momento, su carrera, más que sólida, se ha construido a base de grandes directos, como el de hoy en Bilbao y mañana en Madrid. ¿Se os hizo pesada «Carolina»? «No nos importaría que la gente terminase otra vez hasta los huevos de oír algún otro tema nuestro», zanja Ruipérez.

Dónde: Sala La Riviera. Pso. de la Virgen del Puerto, Madrid. CuÁndo: sábado, 21:00 horas. Cuánto: 21 - 24 euros.