Trenitalia, la Renfe italiana, no cuenta con un servicio “low cost” a imagen y semejanza de Ouigo. Pero su punto fuerte es que sabe lo que supone tener rivales, pues lleva siete años compitiendo con la privada NTV en el mercado de la alta velocidad del país transalpino. La presencia de esta compañía ha obligado a Trenitalia a reinventarse para seguir siendo competitiva en precios a la vez que rentable, algo que está logrando. Aunque ha tenido que rebajar sus precios para aguantar la presión de NTV, ha logrado compensar la bajada de tarifas incrementando el número de viajeros, con lo que ha conseguido mantener su nivel de ingresos. En lo que sí ha mejorado es en sus costes, que ha logrado reducir drásticamente. La compañía aprovechó la liberalización para acordar con los sindicatos un acuerdo para incrementar la versatilidad de sus trabajadores, incrementando además su productividad y las horas de trabajo.

A nivel operativo, Trenitalia, a través de sus trenes AVE, los Frecciarossa, ofrece cuatro clases, desde la lujosa ejecutiva, pasando por business y premium para acabar con la económica estandar; para atraer a todo tipo de clientes y bolsillos. La compañía quiere que la velocidad y la reducción de los tiempos de viaje constituyan el punto diferencial con sus competidores. Desde 2016, ha comenzado a introducir nuevos trenes, los Frecciarossa 1.000 construidos por Bombardier-AnsaldoBreda, capaces de alcanzar una velocidad casi 400 kilómetros por hora, si bien sólo están homologados para circular a 360 kilómetros por hora. Será precisamente con 23 de estos convoys con los que prestará su servicio en España, según ha anunciado hoy. Aunque los trenes, conocidos también como Zefiro, no están todavía homologados para operar en nuestro país, sí cuentan con los permisos para hacerlo por Italia y Francia, lo que acortará los tiempos para que estén disponibles en el mercado español.

El operador italiano ha ampliado en los últimos años su servicio ofreciendo soluciones intermodales de autobús, alquiler de coches y vehículos compartidos para llevar de puerta a puerta a sus clientes. Su alianza con Ilsa aspira a replicar este modelo incluyendo también el avión, dado que la compañía española es propiedad de los accionistas de Air Nostrum.