Hablemos de futuro
El caso de Angélica, un ejemplo de apuesta clara por el talento
La Educación Superior puede constituir un elemento clave para garantizar el desarrollo profesional. Por eso, es importante que las entidades valoren su poder para reforzar el talento e impulsar, entre todos, sociedades más competitivas
Apostar por el talento y promover políticas y programas que atraigan y respalden a los mejores perfiles, puede ser fundamental para el desarrollo y evolución de una empresa y de una sociedad. Banco Santander, como entidad bancaria responsable de referencia, sabe que tiene capacidad para dejar huella en el desarrollo académico y profesional de los mejores estudiantes y contribuir a que personas enormemente capacitadas tengan que dejar a un lado su formación debido a problemas económicos.
Desde 2002, el banco ha destinado más de 1.700 millones de eurospara apoyar la EducaciónSuperior en los países en los que opera. De hecho, Santander ha sido reconocida como la empresa que más invierte en Educaciónen el mundo, según la lista ‘Global Fortune 500’, elaborada por la Fundación Varkey en colaboración con la UNESCO Sólo en 2018, la entidad destinó 121 millones de euros a iniciativas y programas académicos y concedió más de 73.000 Becas Santander y ayudas al estudio.
Las Becas Santander
A través de Santander Universidades, Banco Santander trabaja para “fomentar la movilidad internacional de los universitarios, facilitar el acceso a la universidad, promover la investigación y formación especializada, y facilitar el acceso a su primer empleo” según se explica en la página web de la entidad.
Las Becas Santander se dividen en diferentes grupos , destacando las de estudio, movilidad nacional e internacional, empleo y prácticas profesionales, emprendimiento, competencias transversales y digitales, investigación y becas para docentes.
El caso de Angélica Partida
Para ensalzar la importancia de los becarios para Santander, se ha iniciado una campaña llamada “Conversaciones sobre el Progreso con #BecariosPro”, a través de la cual, la entidad quiere ensalzar la figura de varios de los beneficiarios de sus becas, a través de una entrevista en la que los elegidos cuenten su historia.
El segundo capítulo, disponible en YouTube, narra la historia de Angélica Partida. Angélica nació en Cancún, México, y la suya es una historia es muy curiosa: no tuvo nunca vida de instituto. Antes de terminar la Educación Primaria, ella ya tenía una enorme curiosidad por saber cómo y por qué funcionaba todo en el mundo y empezó a estudiar por su cuenta, apoyándose en todos los libros que tenía.
Pues bien, cuando comenzó la Educación Secundaria se dio cuenta de que no encajaba del todo y el equipo de orientación escolar empezó a barajar posibilidades, como adelantarla de curso o buscar algún tipo de adaptaciones, pero nadie sabía cómo enfrentarse a casos como el suyo en el centro donde cursaba sus estudios.
Por ello, decidió presentarse a todos los exámenes que pudo, hasta que un día recibió la llamada de un rector de una universidad para comunicarle que había pasado las pruebas y para ofrecerle estudiar en la institución académica. Angélica abandonó los estudios que le correspondían e ingresó en la universidad para estudiar Ingeniería Industrial y Telecomunicaciones con tan solo 13 años.
Con 17 años Angélica decidió venir a España a estudiar una nueva carrera, Biología, sin familia y sin ningún recurso económico. Se ofreció a limpiar casas y a cuidar a niños. Un día, una persona necesitó arreglar un ordenador y Angélica le ayudó. Desde ahí, comenzó a recibir llamadas para realizar este trabajo y consiguió hacer algo de dinero a la vez que estudiaba. Una vez acabada la carrera, optó por hacer un máster en bioquímica, biología molecular y biomedicina que le habilitaba para hacer un programa de Doctorado. Su afán de superación hizo el resto: comenzó a desarrollar su tesis doctoral.
En toda su trayectoria, hubo un factor clave que ayudó a Angélica a continuar su sueño: las becas que recibió de Banco Santander a través de Fundación Universia. Dada su situación, ella no optaba a ninguna otra beca de ningún organismo, pues no tenía la nacionalidad. Cuando le hablaron de las Becas Santander, decidió probar suerte y la tuvo. Recibió a lo largo de los años diversas Becas de Fundación Universia, unas ayudas económicas que, aunque no bastaban para mantenerse al completo, le dieron un gran respiro.
Cuando se doctoró, se dio cuenta de que le interesaba el ámbito de la empresa. Al principio pensó en empresas del sector biotecnológico, pero cuando conoció a Javier Roglá, director global de Santander Universidades y a Ana Botín, presidenta de Banco Santander, les dijo que quería trabajar en el banco. Angélica ya lleva 11 meses en la entidad, analizando determinadas variables de comportamiento y haciendo una predicción de cómo será una evolución, aplicado a riesgo de crédito.
Tras su experiencia personal, el mensaje de Angélica es claro: “no está mal tener miedo, no está mal llorar, no está mal pensar que uno va a hundirse de una manera u otra, porque he vivido eso. Hay que intentarlo siempre, ya que no siempre se obtiene lo que se busca. Yo no buscaba entrar en el banco, sino tener un puesto pequeño en una biotec. Yo he ganado la lotería. Por eso no hay que cerrarse tanto, hay que dejarse llevar un poco, pero siempre con cabeza.”
La historia de Angélica es el fiel reflejo de que el éxito solamente llega en el momento en el que empiezas a luchar por buscar oportunidades.
Conoce más información sobre las Becas Santander en www.becas-santander.com
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