Energía
Endesa gana un 3% más al margen del proceso de descarbonización
El beneficio neto ordinario crece hasta los 1.562 millones descontado el deterioro contable de 1.873 millones por el cierre de térmicas
Endesa obtuvo un beneficio neto atribuido de 171 millones de euros en 2019, lo que representa una caída del 87,9% con respecto a los 1.417 millones de euros del ejercicio anterior, tras presentar unos deterioros contables totales en sus activos por 1.873 millones correspondiente a la totalidad del valor neto contable de los activos de generación térmica peninsular de carbón, cuyo cierre anunció en septiembre. La buena marcha del mercado liberalizado, tanto en el negocio de electricidad como en el de gas, se mantiene como el factor clave de los resultados, a lo que se han sumado la estabilidad del mercado regulado y el éxito en el esfuerzo de contención de costes, según ha destacado la eléctrica española en un comunicado. Pese a la significativa caída en la demanda de energía eléctrica (-2,7% en términos ajustados) como consecuencia de las altas temperaturas del período y del impacto de la ralentización de la economía sobre el consumo energético de las grandes empresas, el beneficio neto ordinario ascendió en 2019 a 1.562 millones (+3%), el Ebitda ha crecido un 6%. La estrategia de la compañía en el mercado liberalizado le ha permitido incrementar el EBITDA de este negocio en un 22%, hasta situarlo en 1.475 millones de euros. El margen bruto del negocio liberalizado ha aumentado un 12%, hasta alcanzar los 2.722 millones de euros.
Por contra, la energética ha sufrido el impacto del aumento en el precio de los derechos de CO2, una caída significativa del precio del gas, un incremento de la producción renovable y un aumento de las importaciones, lo que ha llevado a que las centrales de carbón peninsulares hayan sufrido una importante falta de competitividad que les ha excluido del mercado. Por este motivo, y ante la clara ausencia de perspectivas de mejora en el futuro, la compañía presentó en diciembre la solicitud de cierre de las centrales de carbón importado, que se suma a la que ya se había realizado sobre las centrales de carbón nacional. A esto se suma que el cálculo de la retribución de las centrales de los territorios extrapeninsulares (que está regulado) para el periodo 2020-2025 ha sufrido una disminución significativa, lo que ha llevado a realizar también un ajuste contable sobre ellas.
En conjunto, como consecuencia de todo lo anterior, Endesa ha presentado un deterioro contable de sus activos que ha ascendido a 1.873 millones de euros (1.469 millones de euros de las centrales de carbón y 404 millones de las centrales extrapeninsulares), con un impacto en el resultado neto de 1.409 millones de euros. Este deterioro contable no influye en el beneficio neto ordinario de la compañía, y, por consiguiente, tampoco en la retribución a los accionistas a través del dividendo.
A su vez, la mencionada situación del mercado está provocando la aceleración del proceso de descarbonización del parque de generación eléctrica en España. En este contexto, Endesa ha incrementado sustancialmente sus inversiones en 2019 en energías renovables (+211%), y se ha convertido en la primera empresa en incorporar al sistema toda la potencia que se le adjudicó en las subastas organizadas por el Gobierno en 2017 (879 MW). Alrededor de un 70% de las inversiones de desarrollo de Endesa el ejercicio pasado han ido a parar a proyectos de generación renovable, lo que ha permitido que el 73% de la generación peninsular y el 59% conjunto de la generación total de Endesa en 2019 ya esté libre de emisiones de C02.
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha afirmado que “Endesa va a liderar la transición energética en España, para lo que estamos haciendo un enorme esfuerzo inversor en energías renovables y en digitalización, clave para continuar ofreciendo buenos resultados en un mercado cada vez más complejo. Nuestra cartera de nuevos proyectos renovables asciende ya a unos 20.000 MW en estos momentos, de los que 5.700 MW ya tienen adjudicados puntos de conexión”.
Dividendos
El Consejo de Administración de Endesa acordó en noviembre distribuir a sus accionistas un dividendo a cuenta de los resultados del ejercicio 2019 por un importe bruto de 0,70 euros por acción cuyo pago, que ha supuesto un desembolso de 741 millones de euros, se hizo efectivo el pasado 2 de enero de 2020. Igualmente, la propuesta de aplicación del resultado del ejercicio 2019 que presentará el Consejo de Administración de Endesa para la aprobación de la Junta General de Accionistas será la distribución a sus accionistas de un dividendo total por un importe bruto de 1,475 euros por acción. En conjunto, la propuesta de dividendo supone un incremento del 3% sobre el dividendo con cargo a los resultados de 2018. Teniendo en cuenta el dividendo abonado en 2019 con cargo a los resultados de 2018 y la revalorización del precio de la acción ese año, el retorno para los accionistas ha sido de un 25,3%.
La política de dividendos de la compañía para los ejercicios 2019-2020 establece que el dividendo ordinario por acción que se acuerde repartir con cargo a esos ejercicios será igual al 100% del beneficio ordinario neto atribuido a la Sociedad Dominante en las Cuentas Anuales Consolidadas del Grupo encabezado por la misma. Por ello, los deterioros contables anteriormente mencionados no tienen impacto en la retribución al accionista a través del dividendo con cargo a los resultados de 2019.
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