Coronavirus

El coronavirus afecta ya al empleo en España

La parálisis de la producción de componentes y materias primas procedentes de China pone contra las cuerdas a la empresa auxiliar. Fujitsu anuncia los primeros despidos por el virus. Las empresas españolas activan protocolos de prevención contra el contagio para proteger a sus trabajadores

Fujitsu ha sido la primera compañía que ha iniciado un ERTE por culpa del coronavirus
Fujitsu ha sido la primera compañía que ha iniciado un ERTE por culpa del coronavirusShizuo KambayashiAP

Los efectos del coronavirus empiezan a cobrarse sus primeras “víctimas” entre las empresas, por lo que algunas ya han empezado a activar protocolos de prevención a sus plantillas, tras confirmarse varios casos positivos en España. Estos protocolos pueden ir desde la suspensión de los viajes de trabajo fuera de España hasta revisiones médicas generalizadas y ajustes de plantilla temporales. Esto último es lo que ha ocurrido en la planta que la multinacional japonesa Fujitsu tiene en Málaga. Sus responsables han confirmado que su plantilla sufrirá un Expediente de Regulación Temporal (ERTE) que afectará a un máximo de 336 de sus trabajadores -de los 449 que componen el total-, ya que varias de sus líneas de producción serán paralizadas por culpa del desabastecimiento de componentes que ha provocado el parón industrial en China. Esta puede considerarse la primera “víctima” directa provocada por la crisis sanitaria del coronavirus sobre la economía y el empleo en España. El ERTE entrará en vigor el próximo lunes y se extenderá hasta el 17 de mayo, aunque la dirección de la compañía esperará “hasta el último momento” para aplicarlo y para decidir el número final de empleados que se verán afectados. “Esta es una medida extraordinaria con la intentamos minimizar el impacto negativo de la falta de componentes y materias primas”.

El sector de la industria auxiliar -sobre todo de automoción- ha sido uno de los más perjudicados por el parón de la producción procedente de China. Temen que se produzca un efecto en cascada que arrastre a muchas de ellas al cierre, ya que están fuertemente interconectadas y son muy dependientes unas de otras. Si una planta de producción importante cierra por falta de material puede arrastrar irremediablemente a todas las que dependen de ella. Pero, a día de hoy, las grandes empresas no han cuantificado oficialmente lo que esta crisis puede afectar a sus balances y a su producción, aunque sí han empezado a activar planes de contingencia para afrontar con garantías los posibles efectos a medio plazo, sobre todo si la situación entra en fase expansiva y se alarga en el tiempo.

Los fabricantes de automóviles con centrales de producción en España -como PSA, Ford, Opel o Volkswagen- no descartan activar nuevos protocolos que reaccionen de manera inmediata en caso de que comience el desabastecimiento. Pero, de momento, se muestran tranquilos porque “las empresas del sector tienen aprovisionamiento a largo plazo, con stock suficiente para aguantar”, explican desde la patronal Anfac.

Las grandes compañías tecnológicas, las principales entidades financieras y las empresas energéticas han anunciado que ya están llevando a cabo medidas concretas para proteger a sus plantillas. Telefónica, Indra o Cellnex han creado comités de seguimiento, que han informado a través de correos electrónicos a sus trabajadores de las medidas de precaución que deben seguir para evitar contagios.

Iberdrola, Endesa y Naturgy también han iniciado fórmulas de actuación. La dirección de la empresa gasista ha decidido suspender temporalmente todos los viajes internacionales de su plantilla para evitar que la expanstión del coronavirus afecte a sus trabajadores. Por su parte, Ericsson ha tomado otro camino y ha decidido suspender la actividad de 200 de ellos. El positivo por coronavirus de un directivo de la compañía, procedente de Croacia ha provocado la paralización de toda actividad empresarial.

En el sector financiero, Santander, BBVA, Bankia, Sabadell, Bankinter y Caixabank no han visto alterada su actividad pese a que se ha alertado a sus plantillas de la situación. Sin embargo, las entidades con sucursales en China o Italia, los principales focos de contagio, han ordenado a sus empleados que hagan teletrabajo.

Por su parte, Bruselas asume ya el impacto económico negativo del coronavirus, aunque aún no es capaz de cuantificarlo a escala global. “Tendremos un impacto seguro, dado que China representa un 18% del PIB global, pero todavía no es posible un análisis y una previsión seria. Se trata de una situación que evoluciona rápido y que seguiremos vigilando muy de cerca”, manifestaron desde la Comisión. Algunas de las grandes compañías europeas, como Lufthansa, ha ofrecido a sus empleados permisos sin sueldo para contrarrestar el golpe del coronavirus sobre sus cuentas y ha anunciado que no contratará más plantilla. La aerolínea alemana señala que “todavía no es posible” estimar el impacto de los acontecimientos en los beneficios, aunque aportará sus previsiones el próximo 19 de marzo junto a los resultados de 2019. El grupo Air France-KLM cifró el impacto del coronavirus en su beneficio operativo entre 150 y 200 millones de euros y han anunciado que congelarán algunos de sus proyectos, lo que afectará directamente al empleo.

Por otra parte, después de cuatro días consecutivos de caídas por el “efecto contagio”, la Bolsa española subió el 0,71 % y recuperó el nivel de los 9.300 puntos animada por el repunte de Wall Street. En Europa, solo bajó Fráncfort, el 0,12%, mientras que Milán subió el 1,44%; Londres el 0,3 % y París el 0,09%.