Economía

Yo consumo, tú consumes

Aunque ahora nos parezca muy lejano, hubo un día en que nuestra rutina giraba en torno al consumo. El pasado domingo, 15 de marzo, se celebró el Día del Consumidor, una fecha que en breve volverá a cobrar sentido

dia del consumidor
dia del consumidorJosé Maluenda

El 15 de marzo de 1962, el presidente de EE UU, John F. Kennedy, pronunció un discurso que marca el nacimiento de la figura del consumidor como ente jurídico con derechos y obligaciones, el mayor protagonista, en definitiva, del mercado. En aquella mítica alocución ante el Congreso de EEUU, JFK declaró que «ser consumidor, por definición, nos incluye a todos». Marcó, con sus palabras, el comienzo de la legislación que nos protege frente a los abusos: «Somos el grupo económico más grande en el mercado, que afecta y es afectado por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas... pero también el único grupo importante cuyos puntos de vista a menudo no son escuchados». La importancia, y la novedad, de sus argumentos fueron reconocidos veinte años después, cuando la ONU decidió que fuera precisamente esa fecha, 15 de marzo, la que se marcara en rojo en el calendario internacional como el Día Mundial de los Derechos del Consumidor.

Hoy puede parecernos algo marciano, pero hay que tener en cuenta que en la década de los 60 no existía la concepción de que el consumidor, el que ejerce la acción de la compra, pudiera tener ningún tipo de derecho frente al mercado y era minusvalorado en la cadena del proceso productivo. No existían asociaciones de consumidores que pudieran ejercer presión alguna e imperaba la ley de la jungla. Esto cambió radicalmente en la década de los 80 y hoy en día cualquiera que vaya a realizar un desembolso por un producto, ya sea de manera presencial o por internet, es muy consciente de lo que puede exigir. Los tiempos del comercio electrónico han traído nuevos retos que demandan la creación de reglamentaciones inéditas, sobre todo en el contexto de la protección de datos. Otra de las vertientes originales que no existían en el momento en el que JFK pronunció aquellas palabras es la del llamado «consumo responsable». El cambio climático nos exige desacelerar el consumo compulsivo al que nos hemos entregado desde hace décadas. Es la única forma de detener las consecuencias del calentamiento global. ¿Seremos capaces?