Vivienda

La Covid-19 amenaza con una gran oleada de embargos a finales de año

Entre enero y marzo se ha registrado la primera subida en 5 años de ejecuciones hipotecarias sobre la vivienda habitual

Los embargos son las antesala a los desahucios
Los embargos son las antesala a los desahuciosJesús G. FeriaLa Razón

Se avecinan curvas para los hipotecados. La crisis del coronavirus ha dejado a muchos españoles sin empleo y el pago del préstamo con el que adquirieron su vivienda amenaza con convertirse en una montaña difícil de escalar. Ya lo puso de manifiesto el jueves el Banco de España cuando informó de que los bancos ya han concedido 469.000 moratorias para el pago de hipotecas acogiéndose tanto al programa del Gobierno como al de las entidades. Y el dato que anunció ayer el INE sobre embargos viene a corroborar estos malos augurios.

Durante el primer trimestre del año, todavía sin coronavirus mediante –sólo en la última quincena–, el número de ejecuciones hipotecarias, o embargos de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas habituales subieron un 9,3% hasta alcanzar 1.668, el primer incremento tras veinte trimestres seguidos de reducciones.

En total, entre enero y marzo fueron embargadas 5.534 viviendas. Más de la mitad de ellas, el 54,6%, corresponde a hipotecas constituidas entre 2005 y 2008, en plena burbuja inmobiliaria. En estos años previos a la crisis, el euribor, el tipo de interés al que se referencian la mayoría de los préstamos hipotecarios a tipo variable en España, andaba por las nubes. De hecho, en julio de 2018 marcó su máximo histórico en el 5,393%. En aquellos años, además, los precios de la vivienda alcanzaron máximos históricos.

Dificultades antes de la Covid

Estas dos circunstancias, unidas a la ralentización que comenzó a experimentar la economía española ya a finales del pasado ejercicio, «han propiciado que aquellos que firmaron una hipoteca de forma más apurada en cuanto a valoración y en cuanto a concesiones crediticias lo empezaron a pasar mal incluso antes del Covid», tal y como explica Javier Rivas, profesor de Finanzas de EAE Business School.

Metidos ahora de lleno en lo que parece será una recesión en toda regla, incluso mayor que la de 2008, el final de año apunta a ser bastante negro en lo que a los embargos se refiere. Como explica Rivas, «a la vista de la cifra de parados que ya hay y las sucesivas finalizaciones de ERTE que van a tener lugar y que probablemente incrementen el paro, el último semestre del año va a ser malo». Probablemente, añade, «a partir de septiembre/octubre vamos a vivir un periodo de ejecuciones hipotecarias mayor. Habrá que ver qué medidas toma el Ejecutivo para intentar ralentizar lo que desde el punto de vista económico se ve bastante claro», reflexiona Rivas.

Desglosados los datos por comunidades autónomas, las que registraron mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas en el primer trimestre son la Comunidad Valenciana (2.388), Cataluña (2.308) y Andalucía (1.795). Por su parte, la Comunidad Foral de Navarra (53), País Vasco (55) y el Principado de Asturias (97) registran el menor número. En el caso de viviendas, la Comunidad Valenciana (1.384), Cataluña (1.173) y Andalucía (947) presentan el mayor número de ejecuciones; y Navarra (19), País Vasco (28) y Extremadura (40), los menores.

En total, entre enero y marzo el número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias de todo tipo de inmuebles iniciadas en los registros de la propiedad fue de 10.558, un 18% menos que el trimestre anterior y un 29,8% por debajo de las del mismo periodo de 2019.