Aerolíneas

El alto coste de que un avión no vuele

Tener en tierra un aparato supone un desembolso para las aerolíneas de hasta 600.000 euros anuales sólo en tareas básicas de preservación

El Aeropuerto de Teruel ya puede recibir vuelos con pasajeros
Vista aérea del aeropuerto de TeruellarazonGOBIERNO DE ARAGÓN

Sacar de su hábitat natural, el cielo, a un avión no sólo va en contra de la naturaleza de estos artefactos sino también en contra de las cuentas de las aerolíneas que los vuelan. La pandemia del coronavirus dejó vacíos durante semanas los cielos de casi todo el mundo y aunque el tráfico aéreo se va recuperando, lo está haciendo con lentitud y miles de aviones siguen aparcados en aeropuertos de todo el mundo -en Teruel, por ejemplo, hay unos 130, mientras que en Ciudad Real hay otros 50-. Pero aunque no vuelan, estas aeronaves siguen costándole dinero a las compañías. Deben ser sometidos a tareas de preservación para estar listos cuanto tengan que volver a la actividad. Unos trabajos minuciosos al tiempo que caros.

Si la estancia de un avión se prolonga durante un año, su mantenimiento básico puede llegar a costar hasta 600.000 euros en el caso de los aparatos más grandes, según explican fuentes del sector. Si se trata de aviones de menor tamaño, tipo A-320, su coste ronda aproximadamente los 100.000 euros. A estos costes hay que sumarles otros como, por ejemplo, las tasas de estacionamiento en un aeropuerto, que son muy dispares. En el de Ciudad Real, por ejemplo, es de 10 euros diarios por aparato, mientras que en Barajas alcanza los 18 euros. Un avión que no vuela, sin embargo, no sólo acarrea costes de conservación sino también operativos para su aerolínea. Sin vuelos no hay ingresos y sin ingresos las aerolíneas no tienen otra que “quemar” liquidez. Lufthansa aseguró que, en lo más crudo de la crisis del coronavirus, perdía un millón de euros diarios.

¿Qué se hace para preservar un avión?

Las tareas de preservación de los aviones varían en función del tiempo que vayan a estar sin volar. Como explican en la web especializada tmas.es, si no se va a prolongar, lo primero que hacen los técnicos es asegurar que el avión no se va a mover usando calzos que colocan en las ruedas. También es necesario poner eléctricamente a tierra el avión para que no se produzcan descargas electroestáticas. A continuación, se tapan todas las aberturas del avión, desde los pequeños agujeros de tomas de presión ubicadas en el frontal del avión a grandes tomas de aire como la de los motores a reacción. Aunque pueda parecer inverosímil, los técnicos de mantenimiento aseguran que dejar al descubierto una toma de presión puede provocar que pequeños insectos se introduzcan en su interior y provoquen accidentes aéreos. Otra de las tareas a realizar consiste en drenar el agua de dentro de los tanques de combustible del avión. Esta labor es muy importante ya que evita que se produzca corrosión o daños por congelamiento del agua en suspensión.

Avión de Iberia tomando tierra en el aeropuerto de Ciudad Real
Avión de Iberia tomando tierra en el aeropuerto de Ciudad RealLa Razon

Cuando la preservación del avión va ser mayor de lo habitual, se realizan otros procedimientos. Estos complementan la preservación normal y algunos ejemplos de ellos son la retirada de las baterías del avión, colocar deshumidificadores para evitar la aparición de humedad y también sus problemas asociados, tapar los asientos y sobre todo limpiar toda la cabina del avión, lubricar los controles de vuelo y sus cables, lubricar los trenes de aterrizaje, comprobar niveles (líquidos lubricantes, refrigerantes…). Dependiendo del tiempo que esté el avión preservado, las tareas se irán repitiendo según pase el tiempo.

La vuelta a la normalidad de un avión que ha sido preservado no es fácil. Básicamente consiste en comprobar el correcto funcionamiento de todos los sistemas del avión (eléctrico, hidráulico, neumático, de vuelo…) y cerciorar de forma minuciosa que no hay corrosión, objetos extraños ni daños. Con todo ello, se garantiza que el avión pueda volver a volar con seguridad.