ERTE

Recorte a los ERTE: menos sectores cubiertos y menos días de paro

El Gobierno quiere excluir a los sectores más activos de la extensión de los ERTE. Trabajo plantea que las prórrogas de los ERTE del Covid-19 computen como tiempo de paro para los trabajadores

Economía.- Yolanda Díaz defiende en el G20 reforzar medidas de inserción laboral de los jóvenes en empleos de calidad
La ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda DíazlarazonMINISTERIO DE TRABAJO

El Gobierno estudia un modelo de protección diferencial según sectores en la nueva prórroga de los ERTE derivados del Covid-19. Así se desprende del borrador recibido por los agentes sociales en las últimas horas y que aún estudian los sindicatos y la patronal pese a que los sindicatos, en particular UGT, demandan que ningún sector se quede descolgado de la prórroga.

Esta protección diferencial distingue entre los ERTE generados por rebrotes, ante los que todos los sectores económicos tendrían acceso a las condiciones que se prorroguen en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo a consecuencia del Covid-19, de los ERTE generados por la pandemia en la primera ola y que se arrastran hasta ahora. Estos ERTE quedarán en suspensión con las condiciones excepcionales contempladas por la pandemia en el caso de que sean sectores que hayan recuperado buena parte de su actividad. «Los ERTE que se arrastren tendrán cobertura en los sectores que lo necesiten», indicaron ayer fuentes de la negociación colectiva a este diario.

El borrador mantiene, eso sí, su disposición a que los ERTE con más de 6 meses de duración no vean rebajada del 70% de su base reguladora al 50% la cobertura de la prestación para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores afectados.

La prórroga de los ERTE del Covid-19 más allá del 30 de septiembre pretende introducir que las prestaciones contabilicen como periodo consumido a efectos de futura situación de paro. Las prestaciones ligadas a esta extensión de los ERTE serían diferentes a la prestación extraordinaria de cuando se aprobó esta figura al inicio de la pandemia, que no tenía periodo de carencia y no consumía paro (poniendo a su término el contador a cero).