Finanzas

Alerta europea por la pérdida de valor de los activos financieros e inmobiliarios de la banca

La EBA avisa de riesgos para las entidades bancarias por la corrección de precios de sus activos, incluido del sector inmobiliario

Sede central de la Autoridad Bancaria Europea
Sede central de la Autoridad Bancaria Europealarazon

La banca europea ha pasado con buena nota el examen de solvencia que se le exigía. Su solvencia, que apenas se resintió al comienzo de la crisis de la covid gracias a una intervención pública masiva, ha seguido mejorando hasta la primera mitad de este año, mientras que la rentabilidad ha experimentado una rapidísima recuperación desde niveles históricamente bajos. Sin embargo, ha alertado de un riesgo creciente en correcciones de precios de activos, incluido en el sector inmobiliario, y ha lanzado varios mensajes de prudencia en dirección de los bancos, por ejemplo a la hora de distribuir dividendos u otros mecanismos de remuneración.

El organismo presidido por el español José Manuel Campa ha lanzado esta advertencia en el marco de la publicación de su ejercicio anual de transparencia. Como parte de este examen a la banca, la EBA ha hecho públicos 1,3 millones de datos procedentes de 120 bancos de 25 Estados pertenecientes a la Unión Europea o al Espacio Económico Europeo -y que representan más del 80 % del sector-, y que muestran el nivel de solvencia en el primer trimestre de 2020, cuando llegó el choque del coronavirus, bajó cinco décimas al 14,3 %, pero desde entonces ya ascendió al 15,5% a finales de ese año.

La ratio de capital CET1 en su variante ‘fully loaded’ para el conjunto de las entidades se situó al cierre del segundo trimestre de 2021 en el 15,5%. Esto supone una mejora de ocho décimas respecto a la solvencia registrada en el mismo periodo del año anterior. Asimismo, la ratio de créditos fallidos (NPL, por sus siglas en inglés) ha continuado mejorando, pasando del 2,9% en el segundo trimestre de 2020 al 2,3% en el segundo trimestre de este año. No obstante, la EBA ha alertado de que la ratio en los sectores más afectados por la pandemia está en alza. Además, ha puesto la atención sobre los créditos bajo moratorias o garantías públicas, que son una “fuente de preocupación”.

En paralelo, el peso de los créditos morosos ha continuado su tendencia a la baja que se viene constatando desde la crisis financiera global, y ha pasado de representar un 2,9% en el segundo trimestre de 2020 al 2,3% un año después. Esa evolución favorable queda, no obstante, matizada si se observa el comportamiento de los préstamos en vigilancia especial, es decir, aquellos que corren el riesgo de convertirse en créditos morosos. Su porcentaje pasó en esos mismos doce meses del 8,2% al 8,8%.

Le EBA indicó que, aunque globalmente hayan disminuido, los créditos morosos han aumentado en los sectores económicos más afectados por la pandemia. Igual muestra su preocupación por los créditos garantizados por el Estado y que son objeto de una moratoria de reembolso, ya que cada vez un mayor número de ellos están pasando a catalogarse como morosos o en vigilancia especial.

En este contexto, el supervisor bancario paneuropeo ha alertado de que la aceleración de precios de la vivienda, junto con un reciente foco de los bancos en los créditos hipotecarios “podrían ser una fuente de vulnerabilidad en el futuro”. También ha destacado que “los miedos sobre un potencial deterioro de la calidad de los activos no se han materializado, excepto por los sectores más afectados por la pandemia. Mirando hacia delante, los bancos y las autoridades macro y microprudenciales necesitan estar preparados en caso de un deterioro de las perspectivas económicas o en caso de que las presiones inflacionistas se traduzcan en subidas de tipos”, ha indicado la EBA.

Como consecuencia de la liberación de provisiones y la mejora de la situación económica, entre el segundo trimestre de 2021 y el del año pasado, el retorno de capital (RoE, por sus siglas en inglés) de la banca ha mejorado en siete puntos porcentuales, hasta el 7%. La EBA ha instado a las entidades a no ser complacientes porque los “desafíos estructurales” siguen presentes.

El último gran riesgo señalado por el supervisor emana del entorno operativo. El creciente uso de la tecnología ha estado acompañado en los últimos meses de un alza similar en los incidentes relacionados con la seguridad. Debido a esto, la EBA ha instado a la banca europea a “priorizar” la ciberseguridad en sus operaciones.