Ucrania

Economía de guerra

Una foto proporcionada por el Servicio de Prensa del Presidente de Rusia muestra al presidente de Rusia, Vladimir Putin, mientras habla sobre la autorización de una operación militar especial en la región ucraniana de Donbass en Moscú, Rusia, el 24 de febrero de 2022 | Fuente: EFE
Una foto proporcionada por el Servicio de Prensa del Presidente de Rusia muestra al presidente de Rusia, Vladimir Putin, mientras habla sobre la autorización de una operación militar especial en la región ucraniana de Donbass en Moscú, Rusia, el 24 de febrero de 2022 | Fuente: EFERUSSIAN PRESIDENT PRESS SERVICEAgencia EFE

La injustificable agresión de Rusia a Ucrania va a tener consecuencias económicas para toda Europa. Las sanciones a Putin son de momento más simbólicas que efectivas, pues Moscú lleva desde 2014 con economía de guerra, sometido al bloqueo comercial de los países de la OTAN. Los rusos apenas pueden comprar productos europeos y no digamos ya norteamericanos. Ni jamón español ni cerveza alemana ni pasta italiana. Pero han aprendido a sobrevivir tirando de la despensa de su inmensa Federación, así como de ex repúblicas soviéticas como Azerbaiyán y Kazajistán, particularmente productivas. El problema es que las sanciones son de ida y vuelta y lo que va a hacer el Kremlin es bloquear la compra de cualquier producto europeo, por lo que afectará a nuestras exportaciones de aceite de oliva y vino, que hasta ahora se habían salvado. Eso generará un agujero en el sector, dado que el mercado ruso no es menor.

Todo el mundo sale perdiendo con la guerra, y no digamos ya si las sanciones afectan al gas. La consecuencia inmediata será mas inflación, menos inversión y un nuevo freno al turismo. Donald Trump dijo el pasado jueves que si él estuviera en la Casa Blanca la entrada de Putin en Ucrania no se habría producido. Probablemente tenga razón. Durante su mandato Rusia no fue un peligro para la paz mundial. Trump no dio chance alguna a Ucrania de ingresar en la OTAN. El ex presidente ha acusado reiteradamente a Biden de tener intereses económicos en empresas gasistas de Kiev a través de su familia. Curiosamente la OTAN volvió a considerar el ingreso ucraniano nada más llegar Biden al poder.