Inflación

10 consejos para combatir la subida de precios en su hogar este verano

En junio la inflación escaló hasta el 10,2%, alcanzando así la mayor cifra en los últimos 37 años

El 20% de la energía que se consume en España se gasta en nuestros hogares
Una cesta de la compra junto con una huchalarazonLa Razón

La espiral alcista de precios es una realidad que lleva afectando meses al país, siendo la guerra en Ucrania el detonante final para que los costes en España no paren de escalar. En este sentido, en el mes de junio la inflaciónse posicionó en el 10,2%, alcanzando así la mayor cifra en los últimos 37 años, de acuerdo con los últimos datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Son muchos los factores que pueden disparar la inflación como el alza de los carburantes, el precio de la energía que parece no tener techo o incluso la cesta de la compra, dificultando así la capacidad de ahorro de las familias de cara a verano. Tal es la problemática, que el 43% de los españoles que tenían previsto viajar durante los meses de julio y agosto han decidido o bien modificar o bien cancelar sus vacaciones, según una encuesta de Sigma Dos.

Por tanto, no es de extrañar que las familias dedican aumentar el tiempo en casa durante el verano para así ahorrar costes, siempre y cuando el gasto doméstico no se dispare, ya que este también registra niveles elevados. En esta línea, el gasto de las familias asociado a la vivienda creció un 17,5% en mayo de 2022 respecto al mismo mes del año pasado, según las últimas estimaciones del INE.

Ante esta situación la entidad especialista en financiación sostenible de la vivienda, Unión de Créditos Inmobiliarios ha elaborado una serie de consejos clave para combatir la subida de precios en casa este verano.

1. Aprovechar la luz natural

España es uno de los países más soleados del mundo ya que recibe al día aproximadamente 15 horas de luz. Por tanto, en vez de encender la luz del hogar, para ahorrar en la factura energética, se pueden aprovechar al máximo las horas de sol con las cortinas y persianas abiertas.

Asimismo, si tenemos que encender la luz, lo más recomendable es sustituir las bombillas tradicionales por las de LED, ya que no solo suponen un ahorro de más del 80% en la factura, sino que además su vida es aproximadamente de nueve años.

2. Regular el aire acondicionado

La factura de la luz suele aumentar de forma considerable durante el verano, sobre todo por el uso del aire acondicionado, ya que este puede gastar entre 0,990 kWh y 3,000 kWh y hasta un más de 90% que la energía que gasta un ventilador.

En este contexto, la elección del aire acondicionado es importante, ya que hay algunos aparatos que al contar con el sistema invertir, estos funcionan con una velocidad constante que pueden llegar a ser hasta un 40% más eficiente.

Sumado a esto, la temperatura ideal del hogar debe estar entre los 24 y los 26 grados, ya que por cada grado que baja la temperatura, se incrementa el gasto energético en un 8%. Es por ello que lo mejor es aprovechar al aire fresco de las primeras horas del día y de la noche para abrir las ventanas y ventilar la estancia.

3. Cuidar la temperatura del cuerpo

Además de los factores externos, es importante que la persona tenga la temperatura del cuerpo regulada, ya que la ropa que lleve afectará de forma directa a ello, por lo que es recomendable escoger prendas frescas y transpirables, restrasando así el momento de encender el aire acondicionado o ventilador.

4. Alimentación de temporada

Además de los factores previamente mencionados, lo que comemos también contribuye al gasto doméstico. Por tanto, consumir alimentos de temporada y de kilómetro 0 (aquellos que se producen lo más cerca posible de la mesa donde se consumen) permitirá no tan solo reducir el gasto doméstico, sino también apoyar la economía local y dejar una menor huella ecológica.

5. Ahorrar en dispositivos electrónicos

El teletrabajo supone muchas ventajas para los trabajadores durante verano, aunque este también tiene asociados inconvenientes como un incremento de la tarifa eléctrica al estar usando continuamente dispositivos como ordenadores. Por tanto, lo recomendable es no dejar los aparatos en standby y contar con pantallas LCD para trabajar, dado que esto permitiría ahorrar hasta un 37% de energía.

Asimismo, electrodomésticos como la secadora tienen un consumo energético muy elevado, por lo que la temporada estival es una de las mejores épocas para tender la ropa al aire libre, ahorrando así en la factura de la luz.

6. Mantenimiento de la piscina

En 2021 se construyeron más de 30.000 piscinas nuevas en España lo que supone un 5,2% más que el año anterior, de acuerdo con la Asociación Española de Profesionales del Sector Piscinas (ASOFAP).

Sin embargo, estas instalaciones suponen un importante gasto extra ya que llenar una piscina de unos 50 metros cúbicos puede costar aproximadamente 100 euros. Es por ello que lo recomendable es tapar la piscina cuando no vaya usarse, ya que evitar la evaporación del agua esto puede suponer un ahorro de hasta el 60% en el agua utilizada.

7. Hacer uso de toldos y persianas

Aprovechar estos elementos durante las horas más calurosas y así mantener la casa fría durante más tiempo supone un pequeño acto que puede reducir el consumo energético hasta un 60%.

8. Instalar un sistema de riego automático

Las personas que tienen césped y jardines en su casa tienen que dedicar una cuantía significante a su mantenimiento, cifra que puede ascender hasta los 160 euros. Por tanto, es importante contar con un sistema de riego automático, ya que este tiene un gasto mucho más eficiente del agua, permitiendo un ahorro de entre el 40 y el 60%.

9. Instalar placas solares

Esta es una forma de energía limpia y barata que puede ayudar a reducir la factura en unos 800 euros anuales, con una inversión cercana a unos 6.000 euros. Además, los paneles solares destacan por su versatilidad porque los de tipo térmico también generan agua caliente, evitando usar calderas, ya que pueden suponer el 26% del consumo energético de un hogar.

10. Aislamiento térmico en verano

La función del aislamiento es reducir la velocidad del movimiento del calor entre dos espacios, es decir, que una casa bien aislada evitará que se sobrecaliente durante el verano, reduciendo la necesidad de gastar demasiado en aire acondicionado.

En este contexto, para maximizar el efecto del aislamiento es necesario crear una buena barrera en suelos y paredes para evitar que el calor entre en contacto con el interior durante las horas más calurosas.