Precios
El INE cambia el cálculo del IPC: rebaja el peso de los alimentos y el alquiler en plena vorágine de precios
Incorpora por primera vez la evolución de los precios en los mercados libres de la electricidad y el gas
La “dimisión” por motivos personales del anterior presidente del Instituto Nacional de Estadística, Juan Rodríguez Poo, a finales del pasado junio por desavenencias notorias con el Gobierno y tras revisar a la baja el crecimiento del PIB del primer trimestre, trajo la llegada de la tercera presidenta del organismo estadístico, Elena Manzanera, y el anuncio de cambios en el funcionamiento y cálculo de los indicadores del INE.
Hoy se han anunciado la inclusión de algunos de estos cambios en el cálculo del Índice de Precios al Consumo, entre ellos el de la evolución de los precios en el mercado libre doméstico de la electricidad y el gas, lo que hasta ahora distorsionaba el peso de la energía en el IPC por el impacto de la volatilidad del coste diario de la luz en el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC).
Esta incorporación, un “caballo de batalla” para el INE, supone no solo computar el consumo de electricidad y gas para potencias inferiores a los 10 kilovatios (el 100% de los hogares) sino añadir al coste de encender la luz, variables como la potencia contratada o el coste del alquiler de los equipos, lo que añade información de un mercado, como el eléctrico, en el que se encuentran el 60% de los hogares.
El INE se abstiene, eso sí, de realizar comparaciones entre el mercado libre y regulado para determinar cuál es de media el más beneficioso para el consumidor, como ocurre con el resto de productos que evalúa en la cesta de productos que analiza para determinar la evolución general de los precios. En cualquier caso, según ha detallado el organismo, la información recabada de las empresas comercializadoras representa un 80% del mercado, lo que da un panorama más ajustado del mercado energético doméstico.
Pero no es este el único cambio realizado. El INE ha actualizado, como en todos los arranques del año, el peso de cada ítem en el gasto total de su cesta de productos, incorporando por primera vez también los datos del Gasto en Consumo Final de la Contabilidad Nacional, como demanda la Comisión Europea. La CN será la fuente principal utilizada para el cálculo aunque se ajustará con “otras fuentes” o “información exógena” y con la Encuesta de Presupuestos Familiares, que va con dos años de decalaje, es decir corresponde a 2021, aunque solo para “niveles funcionales y geográficos más detallados, y con información procedente de la oferta de algunos sectores”.
En función de estos parámetros, avalados por la oficina estadística comunitaria Eurostat, los grupos que más peso ganan son Medicina, Transporte, Ocio y Cultura y Otros y los que pierden peso son Alimentos, Vivienda y Vestido y Calzado. Así, se recortadel 22,6% al 19,6% la partida de los hogares destinada a la compra de alimentos y bebidas no alcohólicas cuando los alimentos no dejan de subir y con el IPC subyacente -sin energía ni alimentos frescos, los más beneficiados de la rebaja del IVA- casi dos puntos por encima de la general (7,5% por 5,8%). La proporción del presupuesto familiar destinado a la compra de alimentosy bebidas no alcohólicas ya había bajado un punto el pasado año respecto al previo.
También se rebaja el impacto en el presupuesto de las familias de los gastos destinados a vivienda, que pasa del 14,2% al 12,7%. El grupo “vivienda” incluye laelectricidad, los suministros de agua, pero también los gastos destinados al alquiler, que no dejan de subir. El INE obtiene los precios que pagan los hogares por su alquiler de una muestra que realiza.
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