Hacienda
El déficit cae por debajo del 2% del PIB gracias al récord de recaudación tributaria y de las cotizaciones
Los ingresos generales se dispararon un 11,4%; los tributarios, un 15%; los no financieros, el 23,7%; y las cotizaciones a la Seguridad Social, un 4,8%
El récord alcanzado por los ingresos en las arcas públicas, que crecieron un 11,4% gracias al impulso de recaudación tributaria, un 15,1% más hasta noviembre, y un volumen de gastos que siguió elevándose pero a menor ritmo -aumentó en un 2,7 % durante los once primeros meses de 2022- ha propiciado que el déficit acumulado por el conjunto de las administraciones públicas -sin contar las entidades locales- ascendió a 25.832 millones de euros hasta noviembre, un 58,3% menos que en el mismo periodo del año anterior, lo que equivale al 1,94% del PIB -incluido el saldo de la ayuda a las instituciones financieras (681 millones)-, por debajo de la previsión de cerrar el ejercicio en el 5% del PIB.
Así lo determinan los datos de ejecución presupuestaria publicados hoy por el Ministerio de Hacienda, que inciden en que la Administración Central acumula el mayor porcentaje de este déficit, con 23.641 millones, lo que corresponde al 1,78% del PIB. Si se incluye la ayuda a instituciones financieras, este déficit supone el 1,83% del PIB. El Estado ha registrado un déficit equivalente al 2,01% del PIB, frente al 5,83% existente en noviembre de 2021. De esta forma, el déficit total se sitúa en 26.688 millones, lo que supone un descenso del 62,1% respecto a los 70.389 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.
El departamento que dirige María Jesús Montero justifica este descenso al fuerte incremento de los ingresos no financieros, que crecieron el 23,7%, frente al comportamiento de los gastos, que lo hicieron un 0,7%. Además, los Organismos de la Administración Central registraron un superávit de 0,23% del PIB -excluida la ayuda financiera-, frente al déficit de 0,01% del PIB alcanzado un año antes. En su caso, el incremento de ingresos fue del 9,9% de los ingresos gracias a las transferencias recibidas y la disminución de los gastos, del 5,2%.
Por lo que respecta a los fondos de la Seguridad Social, cerraron noviembre con un superávit de 5.794 millones, el cuádruple que en 2021, por el aumento de las cotizaciones sociales, las mayores transferencias recibidas del Estado y los menores costes derivados de la pandemia. El superávit de la Seguridad Social equivalía al 0,44% del PIB, cuando la referencia anual es un déficit del 0,5% del PIB.
Todo el Sistema de Seguridad Social registró en noviembre de 2022 un superávit de 4.074 millones, el 0,31% del PIB, frente al superávit registrado en los once primeros meses de 2021, que alcanzó el 0,18% del PIB. Los recursos han ascendido a 165.295 millones, 5.802 millones más que en 2021, destacando el aumento en un 4,4% de las cotizaciones sociales.
En términos de PIB, el superávit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,44%, mientras que hace un año marcaba un superávit del 0,10% del PIB. Este comportamiento es consecuencia de un crecimiento de los ingresos del 2,2%, destacando el buen desarrollo de las cotizaciones con un crecimiento del 4,8%, frente al leve descenso registrado en los gastos de un 0,3%.
El déficit autonómico se situó en 7.304 millones, frente al superávit de un año antes, debido a las menores transferencias recibidas y al efecto contable de la liquidación del ejercicio 2020. Este déficit equivale al 0,55% del PIB, por debajo del 1% previsto para todo el año. Once comunidades autónomas cerraron noviembre con déficit, encabezadas por la Comunidad Valenciana (2,27% de su PIB), Murcia (2,26%) y Castilla-La Mancha (1,86%). Por el contrario, Asturias, Baleares, Canarias, Navarra, La Rioja y País Vasco se anotaron superávit.
Según Hacienda, este resultado negativo obedece a un aumento de los gastos del 7,5%, mientras que los ingresos decrecieron a un ritmo del 0,6%. “Esta diferencia se debe, principalmente, a un descenso de los ingresos como consecuencia de las menores transferencias recibidas del Estado al margen del sistema de financiación al no ser necesarias por la mejora de la pandemia”, señalaron desde el Ministerio, que incidieron en que este incremento se ha debido, principalmente, al mayor gasto por transferencias, 8.447 millones más, que ha supuesto la liquidación definitiva de 2020 respecto a la liquidación definitiva de 2019. Los impuestos han crecido un 5,1% (3.406 millones más), sobre todo sobre la producción y las importaciones, que aumentaron un 18,9%, alcanzando la cifra de 17.467 millones, con un crecimiento de Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados de un 17,4%.
Por el lado de los ingresos, estos se incrementaron un 1,3% por impuestos sobre la renta y patrimonio, hasta alcanzar los 49.434 millones. Los ingresos percibidos por impuestos sobre el capital ascienden a 2.921 millones de euros, lo que representa un 0,5% más que en 2021.
Por lo que respecta a las entidades locales, el último dato disponible, al cierre de septiembre -su ejecución presupuestaria se publica trimestralmente y no mensualmente como el resto de subsectores-, apuntaba a un déficit del 0,1% del PIB, cuando su referencia anual es un superávit del 0,1% del PIB.
La Comisión Europea mantendrá en suspenso hasta 2024 las reglas fiscales, pero ya ha propuesto su modificación para volver a la senda de control de gasto, encaminada a conseguir que la deuda se reconduzca en torno al 60% del PIB y el déficit no supere el 3%. Los datos de ejecución presupuestaria del conjunto del año se publicarán el próximo 31 de marzo.
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