Acaba la cuarta ronda negociadora sin acuerdo pesquero entre Marruecos y UE

Representantes de la Unión Europea y de Marruecos han cerrado sin acuerdo la cuarta ronda de negociaciones sobre un pacto pesquero entre Rabat y los Veintisiete, al tiempo que decidieron retomar las conversaciones los próximos 11 y 12 de febrero en la capital marroquí.

Representantes de la Unión Europea (UE) y de Marruecos cerraron hoy sin acuerdo la cuarta ronda de negociaciones sobre un pacto pesquero entre Rabat y los Veintisiete, al tiempo que decidieron retomar las conversaciones los próximos 11 y 12 de febrero en la capital marroquí.

"La última ronda de negociaciones entre la UE y Marruecos respecto a la renovación del protocolo del acuerdo de asociación de pesca ha terminado hoy en Bruselas"sin lograr un acuerdo, señaló la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, en su página web.

Pese a la falta de consenso entre ambos socios, Damanaki aseguró que los tres días de debates en torno a los aspectos técnicos y económicos han servido para lograr un "progreso real y gradual".

En las reuniones, que se desarrollaron a puerta cerrada, participó el secretario general de Pesca español, Carlos Domínguez.

Ambas partes retomarán las conversaciones en una nueva ronda que tendrá lugar el 11 y 12 de febrero en Rabat (Marruecos), en la que será el quinto intento de renovar el acuerdo pesquero que fue suspendido por el Parlamento Europeo (PE) en diciembre de 2011, lo que obligó a iniciar las presentes negociaciones.

La falta de un acuerdo con Marruecos en materia de pesca que permita a los buques europeos faenar en sus aguas a cambio de una compensación económica afecta especialmente a la flota española, que constituía el 80 % de los barcos que faenaban en los caladeros marroquíes en el anterior acuerdo.

Las negociaciones se han centrado en tratar de resolver los aspectos técnicos más conflictivos del convenio anterior, para permitir a la flota europea un mejor aprovechamiento, así como en el capítulo financiero.

Marruecos defiende mantener los 36,1 millones de euros anuales que se embolsaba en virtud del acuerdo anterior, por lo que la clave de las negociaciones para la Unión Europea es obtener más derechos de pesca que hagan rentable el convenio.

En las reuniones de los últimos meses, Marruecos ha ofrecido una mayor capacidad de capturas en especies pelágicas, lo que puede interesar a los grandes buques arrastreros del norte de Europa, que pescan miles de toneladas, aunque son especies de escaso valor añadido.

Por su parte, la flota española cuenta menos en toneladas pero pesca especies más rentables, como el atún.

La escasa rentabilidad fue una de las razones por las que el PE suspendió el acuerdo en diciembre de 2011, lo que obligó a unos 80 barcos españoles (andaluces y canarios) a abandonar el caladero marroquí.

La Eurocámara también esgrimió la situación del Sáhara Occidental como un motivo para tumbar el anterior protocolo, ante lo que el nuevo texto introduciría unas salvaguardas que instará a Rabat a informar a la UE de los efectos que tiene el pacto sobre las poblaciones costeras y regiones marroquíes.

El primer acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos se remonta a 1995, momento en el que se convirtió en el más importante en la materia, pese a lo que en 1999 no se logró un acuerdo para su renovación.

Desde entonces, pasó casi una década hasta que en 2007 entró en vigor un nuevo protocolo pesquero entre los Veintisiete y el país, el mismo que fue suspendido a finales de 2011.