Motor

Berlín da 10 días a Volkswagen para poner fin al trucaje

La Oficina Federal de Vehículos da un ultimátum a VW para que todos sus motores cumplan con los límites de emisiones sin trampas o comenzará a retirarles la homologación

La marca alemana deberá presentar un plan creíble para que todos sus motores pasen las pruebas
La marca alemana deberá presentar un plan creíble para que todos sus motores pasen las pruebaslarazon

La Oficina Federal de Vehículos da un ultimátum a VW para que todos sus motores cumplan con los límites de emisiones sin trampas o comenzará a retirarles la homologación

Los directivos de Volkswagen, responsables del mayor escándalo de una empresa alemana en los últimos tiempos, cuya repercusión económica es muy superior a los que salpicaron a Siemens y Deutsche Telekom en 2006 y 2008, respectivamente, tienen una fecha marcada en rojo en el calendario: el próximo 7 de octubre. El mayor fabricante de automóviles del mundo deberá presentar ese día un plan «temporal y vinculante» para que todos sus vehículos en Alemania cumplan con los límites legales de emisiones de gases contaminantes sin trampas. Es decir, sin que actúe ningún software que truque las pruebas.

Se trata de un ultimátum en toda regla de la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA), después del desprestigio de la industria teutona y de la marca «Made in Germany» causado en todo el mundo. Berlín quiere frenar la sangría que supone la pérdida de confianza en sus productos y en su, hasta ahora, sacrosanta imagen de credibilidad.

Un ultimátum porque la KBA amenaza con retirar la homologación de forma inmediata a todos los vehículos afectados que no cumplan con los planes presentados el día 7 de octubre. Sin homologación, Volkswagen no podría comercializar sus motores en un país donde tres de las cuatro mayores multinacionales fabrican automóviles (VW, Daimler y BMW), lo que implica que uno de cada siete puestos de trabajo depende, directa o indirectamente, de la industria del motor.

El diario alemán «Bild am Sonntag», que destapa la advertencia, publica también que la empresa Bosch, proveedor del grupo, ya alertó por escrito a Volkswagen en 2007 que el software que manipula las emisiones de gases contaminantes, elaborado por ellos, era solamente para pruebas y no para su uso continuado en carretera, lo cual sería «ilegal». En el mismo sentido, el rotativo «Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung» revela que un técnico de la compañía con base en Wolfsburgo expresó en repetidas ocasiones su preocupación por las continuadas prácticas ilegales en las que estaba incurriendo la firma automovilística. El empleado de Wolkswagen llamó la atención a sus superiores en varios informes remitidos en 2011, ninguno de los cuales fue atendido convenientemente por sus superiores ni desató investigaciones por parte de la dirección de la firma germana.

Volkswagen ha reconocido que montó en once millones de vehículos un programa que identifica cuando el turismo está siendo sometido a una prueba para que entonces el motor emita menos gases contaminantes y cumpla con los límites de las autoridades medioambientales. De esos once millones, cinco son de la marca Volkswagen (el resto de otras marcas del grupo) y unos 2,8 millones fueron vendidos en Alemania.

El grupo anunció ayer que prevé reparar en breve y de forma gratuita esta manipulación de todos los vehículos afectados, unos modelos diésel comercializados a lo largo de varios años en múltiples países. El escándalo le ha costado ya su puesto al presidente del grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, que ha sido sustituido por Matthias Müller, el hasta ahora presidente de Porsche, una de las marcas del constructor.

Entre sus primeras actuaciones, Müller ha expresado en una carta a sus cerca de 600.000 empleados en todo el mundo que se aclarará completamente lo sucedido en torno a la manipulación de las emisiones de gases contaminantes. En el texto del comunicado, que publicó ayer su edición digital el diario económico alemán «Handelsblatt», Müller se comprometió además a trabajar para recuperar la confianza de clientes, socios, inversores y el conjunto de la opinión pública tras el escándalo descubierto. «Estamos aclarando sin descanso» lo sucedido, asegura Müller a los trabajadores y reconoce que la situación es complicada: «Nuestra empresa se encuentra ante un reto nunca visto». El nuevo presidente del grupo indicó asimismo que planea mejorar los estándares de calidad y gobierno de la compañía.

Italia para las ventas

La unidad italiana del grupo alemán ha ordenado a sus vendedores que paralicen las ventas de los modelos afectados (Golf, Passat y Tiguan, especialmente), según publicó ayer el diario «Corriere della Sera». Una orden tomada directamente en Verona. Esto supone generar un «stock» de 40.000 vehículos. «Como medida de precaución, hemos suspendido la venta, registro y entrega sólo de los motores Euro 5, EA 189», explicó el jefe de la unidad italiana, Massimo Nordio.