Parados de larga duración
Àngels Valls (Esade): «No sólo hay que estar atento a la calidad del empleo, también a la del desempleo»
Para la profesora de Dirección de Personas y Organización de Esade, “algo está ocurriendo para que no crezca la población activa y que haya cada vez más parados de larga duración”
Para la profesora del departamento de Dirección de Personas y Organización de Esade, Àngels Valls, “a veces este incremento del paro puede ser una buena noticia al comienzo de la recuperación del mercado laboral, significa que la creación de empleo es estable y se produce el efecto llamada”.
Sin embargo, en esta ocasión no es así, el número de activos disminuye este trimestre en 52.700 personas hasta un total de 22.821.000. “Algo está ocurriendo para que no crezca la población activa, no se está produciendo el efecto llamada esperado”, explica.
Entre las razones que da Valls a esta situación es que “todavía sigue existiendo un gran riesgo entre los parados de larga duración; si no se les proporciona herramientas para volver a incorporarse a un mercado laboral exigente, también pasarán a la inactividad”. Y los datos acompañan esta afirmación; cada vez tienen más peso los parados de larga duración entre el número de desempleados totales y éstos cada vez llevan más tiempo en el paro. La profesora de ESADE Business & Law School da los porcentajes: “El volumen de parados de larga duración suponía en el primer trimestre del 2013 el 34% del total; hoy, en 2016, alcanza el 43%”. Pero profundiza más: “los parados de más de dos años también crecen entre los parados de larga duración, hoy son tres de cada cuatro entre este colectivo”.
El riesgo de pasar del paro de larga duración a la inactividad aleja a las personas de encontrar empleo. Según Àngels Valls, con el paso del tiempo es cada vez más difícil pasar de la inactividad a la búsqueda de empleo (paro), “el flujo de población que iba de la inactividad a la búsqueda [parados] se situaba en 2013 en el 5,8%, y, en esta EPA, se encuentra en un 4,9%”. “Más difícil aún es la probabilidad de encontrar empleo desde la inactividad, aquí nos situaríamos ente el 1,8% y el 2%”, añade la profesora de ESADE.
Recuperación inestable
Otro de los motivos por los que no se está produciendo el efecto llamada se debe a que “la recuperación se está basando demasiado en los servicios, donde la reacción ante la estacionalidad es muy acentuada”. Prueba de ello son los resultados de esta EPA, en la que se refleja la caída de los empleos temporales y en el tercer sector.
“Es difícil consolidar mejoras cuando en términos internauales, el incremento de los asalariados pivota en un 93% en servicios, y seguimos con una ocupación muy baja en Agricultura y, sobre todo, en la Industria”, concluye Valls.
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