Báñez exige a las empresas que coticen por los pagos en especie

La política social de las empresas deberá correr a cargo de las cuentas de resultados de las mismas y no de los fondos públicos. La declaración de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, zanjó las críticas recibidas tanto de las patronales como del sector hostelero por las nuevas medidas del Ejecutivo para que coticen también las retribuciones en especie que reciben los asalariados –como los cheques de comida, ayudas al transporte, planes de pensiones o cheques bebé– al formar parte del sueldo de los empleados.

Báñez defendió que esta medida, incluida en un decreto ley que el Gobierno aprobó a finales de diciembre y que será convalidado en el Congreso la próxima semana, beneficiará «a todos los trabajadores, sobre todo a los que tienen salarios medios y bajos».

«El empleado siempre gana cuando se cotiza por todas las retribuciones que recibe», remarcó. En este sentido, puso como ejemplo el caso de un salario de 1.050 euros mensuales, donde 50 euros se reciben en especie sin cotización, de los cuales 50 euros en especie, va a tener un 5% mas de prestación de incapacidad o desempleo y un 5% más en su futura pensión al cotizar también por este concepto retributivo.

Báñez recordó que la medida no supone un incremento de los tipos sino una «ampliación de las bases de cotización a elementos excluidos del salario» y que, según subrayó, estaba llevando a «un determinado modelo de políticas retributivas en las que se estaba eludiendo del sistema» una importante parte del salario. «Hay trabajadores que no cotizan a la Seguridad Social por el 30% de su salario», explicó.

La ministra advirtió que «nadie entendería» que en el año de la recuperación económica las empresas que tienen política social quiten esa retribución en especie «en función de si cotizan o no a la Seguridad Social». «Si un cheque guardería es bueno para la conciliación en una empresa, lo será porque es bueno para la conciliación, no porque no cotice a la Seguridad Social. Y lo que tampoco entendería nadie es que, por ejemplo, la aportación a un plan de pensiones, que es buena en sí para los derechos futuros, no lo sea porque cotiza», insistió.

Durante su intervención ante la Comisión de Empleo del Congreso, Báñez defendió que lo «razonable» es que las empresas y los trabajadores «negocien condiciones salariales mejores para todos» en búsqueda de una «mejor protección social» de los trabajadores. Por eso exigió a las empresas que carguen su política social con cargo a los beneficios empresariales y «no al sistema de protección social» del Estado. Al respecto, la ministra rechazó las críticas de los empresarios y del sector hostelero ya que estas medidas no generan destrucción de empleo. «Respeto mucho las decisiones empresariales, pero el Gobierno debe mirar por el interés general».

De hecho, Báñez recordó que la Seguridad Social permite que los empresarios españoles puedan retrasar el pago de cuotas, que en 2013 sumaron 116.383 aplazamientos, un 11,49% más que en 2012, por importe de 2.200 millones de euros.

Tras reiterar que este año comienza de forma diferente a los anteriores por lo que respecta al mercado laboral, Báñez justificó la congelación del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2014 al valorar factores como el IPC, la productividad media o la situación económica de España, de acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores.

Sobre el Sistema de Garantía Juvenil, aseguró que el Gobierno «gastará lo que tenga que gastar» de los 1.800 millones que recibirá con cargo a 2014 y 2015 a pesar de que el Ejecutivo deberá anticipar el 99% de los recursos para el presente ejercicio.