Berlín

Berlín sacrifica sus cajas a cambio del control de la unión bancaria

La UE sólo supervisará a 130 grandes bancos en la primera fase. Alemania resta poder a la Comisión

El ministro de Economía, Luis de Guindos, conversa con su homóloga portuguesa en presencia del titular sueco de Finanzas
El ministro de Economía, Luis de Guindos, conversa con su homóloga portuguesa en presencia del titular sueco de Finanzaslarazon

Alemania impuso ayer a sus socios de la Unión Europea su visión de la unión bancaria. Después de largas negociaciones que culminaron a medianoche, la presidencia lituana decidió dar por concluida la reunión de ministros de Economía con el esbozo de principio de acuerdo político sobre el mecanismo de liquidación bancaria que, en la práctica, supone satisfacer plenamente los intereses de Berlín. El comisario de Servicios Financieros, Michel Barnier, lo definió como «mutualización progresiva», puesto que supone integrar primero en el Mecanismo Único de Resolución a los 130 bancos transfronterizos, y sólo después de una fase transitoria de 11 años, al resto, unos 6.000 en toda la zona euro.

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, destacó al final del Ecofin que se ha «avanzado bastante», por lo que deseó poder cerrarlo el próximo día 18. «Estamos muy cerca. En cuanto a los principios tenemos un acuerdo bastante general, faltan los detalles, los aspectos jurídicos», dijo, al tiempo que recalcó que es un tema «extremadamente complicado» que hay que hablar en detalle.

Si bien el ministro de Economía germano, Wolfgang Schauble, pudo ver reflejadas sus posiciones en el último documento de trabajo, todos demostraron ayer su determinación de que, en el futuro, la factura de los excesos de la banca no será costeada por los contribuyentes, aunque para ello sea necesaria otra (u otras) reunión la próxima semana, antes del Consejo Europeo de los días 19 y 20 de diciembre. El objetivo es lograr un acuerdo entre los 28 previo a fin de año, con el fin de poder comenzar a negociar con el Parlamento europeo antes del cierre de esta legislatura, en mayo.

El Mecanismo Único de Resolución (MUR), que estará formado por una Autoridad y un Fondo, vendrá a completar la estructura de supervisión común bajo el halo del Banco Central Europeo que empezará a funcionar en 2014. En paralelo, el Consejo y la Eurocámara trabajan sobre la directiva por la cual se crea un fondo europeo de garantía de depósitos, que permitirá la devolución de hasta 100.000 euros a los ahorradores europeos en caso de problemas. «Tengo la impresión de que lo lograremos, que al final de un periodo de transición tendremos un fondo único y probablemente una autoridad única desde el principio, así que eso es bueno», explicó al inicio de la reunión el representante alemán en el BCE, Jorg Asmussen.

Por ahora, hay unanimidad en que quien tiene que pagar los platos rotos cuando un banco debe ser liquidado son los propios bancos. En cuanto a lo demás, como suele ser habitual en Bruselas, todos los gobiernos tienen que ceder para lograr un consenso.

Alemania quería limitar el ámbito de aplicación del MUR a las 130 mayores entidades de la zona euro –aquellas transfronterizas que tienen riesgos para todo el sistema– con el objetivo de dejar fuera a sus cajas de ahorro. Sin embargo, ahora parece aceptar que aunque en un primer momento el sistema europeo se haga cargo de esas grandes entidades, al final de un periodo determinado todos los 6.000 bancos de la zona euro caerán bajo el paraguas del Mecanismo europeo.

Sin embargo, Alemania ha conseguido imponer la idea de que cada país deberá pagar por los problemas de su banca durante la fase de transición, que durará 11 años, de modo que el recurso a fondos europeos no se producirá mas que en último lugar. También gana su idea de adelantar de 2018 a 2016 la entrada en vigor de las reglas que obligarán a accionistas, preferentistas y bonistas sénior a asumir pérdidas en caso de rescate bancario. En cuanto a la autoridad encargada de desencadenar una liquidación será la Comisión, pero todas sus decisiones vendrán determinadas por lo que dicte un consejo asesor formado por parte de los estados miembros. Cómo se votará en este órgano es uno de los temas debatidos pues podría ponderarse el voto en función del peso nacional, del país donde está la matriz del banco o la regla de «un país un voto». Alemania quiere tener todo en su mano para no verse obligada a liberar fondos por los errores de los demás.

Otro tema es cómo estructurar la creación del Fondo de Resolución. Hasta ahora lo único claro es que, al final, será alimentado por el sector bancario mismo, por un valor equivalente a un 0,5% de los depósitos garantizados. El problema surge respecto al periodo transitorio de 10 años previsto para alcanzar los 55.000 millones de euros finales y está en debate si usar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) o fondos nacionales, una mezcla aún por definir.

La UE plantea un contrato para los países en riesgo: ayudas a cambio de reformas

Tal y como defendía Berlín, durante la próxima cumbre de Bruselas, que se celebrará a finales de la próxima semana, los 28 se comprometerán a diseñar un sistema de «contratos de reformas» entre los estados y la Unión Europea antes de la próxima primavera. Según se desprende del borrador de la Cumbre, a cambio de estos contratos diseñados para países con problemas para financiarse –y que implican líneas de ayuda en condiciones más ventajosas– los gobiernos tendrán incentivos económicos.

Debe definirse todavía si la ayuda será a través de la concesión de créditos a bajos tipos de interés, subvenciones directas o avales.

Guía de la unión bancaria

1.- ¿En qué consiste?

Es el mayor proyecto de integración desde la creación del euro. Unificará el sistema financiero de cada país bajo el mismo patrón (solvencia y liquidez) con independencia de dónde tenga su sede fiscal.

2.- ¿Cuál es el primer pilar?

El primer pilar es el Mecanismo Único de Supervisión, que otorgará al Banco Central Europeo la capacidad de tutelar la mayor parte del sistema financiero europeo a partir de noviembre de 2014.

3.- ¿Qué es el MUR?

Es el segundo pilar de la Unión Bancaria y permitirá liquidar los bancos y cajas problemáticos en la UE. Tendrá una Autoridad Única (que tomará las decisiones) y un Fondo Único de liquidación.

4.- ¿A cuántos se vigilará?

Berlín apuesta por aplicar la posibilidad de liquidación sólo a las 130 mayores entidades que por su tamaño pueden crear riesgos sistémicos. Otros socios apuestan por aplicar el mismo criterio a los 6.000 bancos.

5.- ¿Quién decidirá?

Alemania pretende que sea el Consejo Europeo (los 28 estados miembros) quien decida si se liquida a una entidad. Así, Merkel mantendría cierto control. Otros socios quieren que sea la Comisión Europea.

6.- ¿Quién pone el dinero?

Los propios bancos crearán un fondo que permitirá la devolución de hasta 100.000 euros a los ahorradores de entidades liquidadas. Hay 10 años para alcanzar los 55.000 millones previstos para el fondo.