Caso Tarjetas «B»
Blesa, ante el juez: «Hay cosas que al Banco de España no se le cuentan con detalle a no ser que pregunte»
Aseguró que el asunto de las tarjetas B “siempre fue pacífico” en Caja Madrid y que “nunca planteó problemas” en las auditorías
El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa afirmó en su declaración del pasado jueves ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que “hay cosas que al Banco de España no se le cuentan con detalle a no ser que pregunte” --en referencia a las retribuciones de los consejeros de la entidad-- y que la existencia de las tarjetas B “es un asunto que siempre fue pacífico y nunca planteó problemas” en auditorías internas ni externas.
Según la declaración íntegra del expresidente de Caja Madrid, a la que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal le preguntó si Caja Madrid informaba al Banco de España de la totalidad de las retribuciones de los consejeros, a lo que él respondió que la inspección del Banco de España “tenía permanentemente un despacho” en la entidad y, por lo tanto “tiene conocimiento o puede tener conocimiento de todo”.
El fiscal replicó que la pregunta no era si el Banco de España tenía acceso a esa información, sino si Caja Madrid se la dio o no. “Creo que hay cosas que al Banco de España no se le cuentan con detalle a no ser que pregunte”, contestó Blesa, añadiendo que “seguro” que el organismo regulador conocía las retribuciones de los consejeros y que en estas estarían incluidas las tarjetas B.
El expresidente de Caja Madrid también indicó que la concesión de esas tarjetas era “una práctica habitual, consuetudinaria e institucionalizada” en la entidad desde 1988, antes de que él entrase como consejero en 1994. “Cuando yo llego allí, no pregunto por el fundamento normativo o los acuerdos que respaldan todas y cada una de las actividades que hay en la Caja. Uno admite que estas cosas tienen un fundamento”, declaró.
Tarjetas «para gastar»
Mostrando una actitud esquiva ante las preguntas, Blesa da unas explicaciones que hacen que el fiscal le inste constantemente a precisar. Por ejemplo, cuando señaló que las tarjetas suponían un “complemento retributivo” y que se podía “disponer libremente de ellas para gastos”, el fiscal le corrigió --”para gastos no, para gastar”--, tras lo cual Blesa admitió: “sí, para gastar”.
Al hablar de quién fijaba los límites de gasto de las tarjetas y con qué criterio, el expresidente afirmó que los criterios se actualizaban periódicamente a partir de una propuesta del departamento de recursos humanos que él “daba por buena” y que era elevada al Comité de Medios, que era “el que emitía definitivamente” las tarjetas. Cuando el fiscal pidió que le aclarase si el Comité ejecutaba una orden suya, Blesa manifestó que, más que por una orden, era “a iniciativa” suya, y que él simplemente decía “tramítese”.
En cuanto a la declaración de ese “complemento retributivo” por parte de los consejeros en su declaración de la renta, Blesa afirmó que nadie le dio “ninguna explicación” sobre si había que declararlo o no. El fiscal le espetó que, puesto que era el presidente de la Caja, es él quien debe dar las explicaciones. En cualquier caso, Blesa aseguró que es ahora cuando se ha enterado de que “parece ser que no se practicaba ninguna retención”, y que, a su juicio, ninguno de los titulares de las tarjetas sabía que no se practicaba.
Blesa, durante su declaración, afirmó que el caso de la tarjetas B de Caja Madrid “siempre fue pacifico” y “nunca planteó problemas ni a la auditoria interna ni a la auditoria externa ni planteó problemas con Hacienda. Asimismo, aseguró desconocer cómo se contabilizaban las operaciones realizadas esas tarjetas. “No conozco el origen de esta decisión ni el fundamento de la decisión de fundamentarlo de esa manera”, subrayó.
El expresidente de Caja Madrid recalcó que el modo en el se contabilizaban los gastos en la tarjetas B estaba “sometido al control del Comité de Auditorias” ya que este departamento “está todo el año revisando partidas y decisiones” en la entidad. “Estoy convencido de que el Comité de Auditorías conocía estas cuestiones y todos los pagos. Es que estando dedicado a revisar todas las operaciones de la Caja, esta no iba a ser una excepción”, aseveró al respecto.
Complemento retributivo
De hecho, sostuvo que “si hubiera alguna irregularidad en esa forma de contabilizar” los gastos, la auditoría lo habría puesto de manifiesto en sus informes. Blesa precisó que las tarjetas eran un “complemento retributivo”, que ese tipo de retribución de los consejeros estaba “institucionalizada” y que durante su Presidencia “se mantuvo la inercia” de ese “régimen”.
Preguntado acerca de los “puntos de oscuridad” que existen en relación con las tarjetas, confesó que su “peculiaridad” y “particularidad” sí llama su atención pero matizó que ese hecho “no quiere decir que la cuenta sea opaca”. “Todas las cuentas son transparentes”, puntualizó al respecto.
Sobre el origen de las operaciones, Blesa señaló que “habría gastos que realmente se estarían realizando” como gastos de representación de la Caja y, sin embargo, “otros no”.
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