Volkswagen

Bruselas sugiere que el escándalo va más allá

La Razón
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El daño causado a la credibilidad del potente sector del automóvil europeo como consecuencia del escándalo por el trucaje de las emisiones contaminantes en varios modelos del grupo Volkswagen ha llevado a Bruselas a tomar cartas en el asunto. El prestigio de la industria europea ha resultado dañado y las instituciones comunitarias quieren limpiar la imagen de un sector puntero del que dependen millones de trabajos. Sólo en España –segundo fabricante europeo, noveno del mundo, y primero de vehículos industriales– de la automoción dependen más de 300.000 empleos directos y dos millones de forma indirecta, y representa el 10% del PIB español y casi el 20% de las exportaciones.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, reconoció ayer en Berlín que «la transparencia es clave» para reparar la crisis e indicó que se ha causado un claro daño «a la imagen de la empresa» alemana, el mayor fabricante de vehículos del mundo. Además, Moscovici sugirió que la revelación de que Volkswagen manipuló las cifras de emisiones de sus modelos diésel ha suscitado «preguntas sobre otras cuestiones», que podrían indicar que la crisis va más allá. El comisario agregó que la Comisión Europea está ahora en contacto con las autoridades de Estados Unidos, donde se destapó el caso, y las de los países miembros para «saber qué pasó» exactamente y «ver cómo» lograr que «no suceda otra vez».

En este sentido, los ministros de Industria de la UE debatirán este jueves el escándalo, anunció ayer el portavoz comunitario Ricardo Cardoso. «Hablaremos en profundidad del tema en el Consejo de Competitividad del jueves con (la comisaria europea de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes, Elzbieta) Bienkowska, y con las autoridades nacionales de homologación de los vehículos de motor en los próximos días», dijo el portavoz comunitario, Ricardo Cardoso, quien añadió que Añadieron que el debate servirá como «primer intercambio», pero que no será ni mucho menos «la última palabra» en este caso.

La Comisión ha dicho desde el principio que expertos comunitarios ya advirtieron del riesgo de fraude en las mediciones de emisiones contaminantes de los coches en 2013, en un informe del Centro Común de Investigación de la Comisión.