Bruselas

Bruselas teme un brusco frenazo del PIB por la falta de Gobierno

La UE eleva su presión para evitar unas terceras elecciones que harían imposible el cumplimiento de los objetivos pactados en julio

Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, guardó su buen humor para la foto de familia del Ecofin de Bratislava. Con España estuvo menos amable
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, guardó su buen humor para la foto de familia del Ecofin de Bratislava. Con España estuvo menos amablelarazon

La UE eleva su presión para evitar unas terceras elecciones que harían imposible el cumplimiento de los objetivos pactados en julio

Los 265 días que lleva el Gobierno en funciones empiezan a pasar factura. No es responsabilidad directa del Ejecutivo, sino de la imposibilidad de que las fuerzas políticas representadas en el Congreso de los Diputados se pongan de acuerdo para elegir a un presidente desde el 20 de diciembre del pasado año. Anteayer, en Bratislava, Luis de Guindos, ministro de Economía, tuvo que soportar las críticas de la Comisión Europea, del presidente del Eurogrupo y del mismísimo Banco Central Europeo ante la imposibilidad de que España pueda presentar un Presupuesto capaz de reconducir la situación de déficit en la que España lleva incurriendo desde hace varios años. El temor de Europa es el mismo que subyace en el pensamiento del Gobierno en funciones. España lleva liderando el crecimiento europeo más de un año, pero esta situación no puede perpetuarse sólo con los vientos favorables que soplan para todas las economías de la eurozona. Se necesita una política económica de la que España carece desde hace cerca de nueve meses.

La Comisión Europea escarmentó con el resultado de las elecciones generales de Grecia en enero de 2015. La política de austeridad propugnada desde Bruselas ha dado lugar al nacimiento de formaciones políticas que se alejan de la ortodoxia económica y propugnan políticas expansivas del gasto públicos a las que el Gobierno comunitario ha declarado la guerra. El hecho de que Alexis Tsipras revalidara su triunfo electoral en septiembre del pasado año, incluso tras claudicar a las condiciones impuestas por la UE para aceptar un tercer rescate de su economía, se ha convertido en una línea roja que ningún país debería traspasar.

El frustrado intento de conformar un Gobierno tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015 y del 26 de junio pasado ha vuelto a despertar recelos en la UE, que no termina de enterrar definitivamente la posibilidad de un Gobierno apoyado por una formación radical, del tipo Podemos.

España lleva doce trimestres creciendo de forma consecutiva, desde el verano de 2013. Según los últimos datos revisados de Eurostat, el PIB español creció en tasa interanual en el segundo trimestre del año al un ritmo del 3,2%, el doble que la media de la eurozona o Alemania, o cuatro veces más que Italia. Sólo Reino Unido se acerca algo, aunque su aceleración está un punto porcentual por debajo de la española.

¿Qué teme Bruselas? Que las exigencias impuestas hace un par de meses para evitar la multa por incumplimiento del déficit comprometido en 2015 (el 0,2% del PIB) puedan comprometer el crecimiento futuro. De momento, España vive de la inercia de las reformas llevadas a cabo en el primer año del Gobierno Rajoy y, más recientemente, de los llamados vientos de cola: financiación ilimitada para la economía, tipos cero del dinero, petróleo a precios asequibles y un euro conscientemente debilitado.

El PIB lleva cuatro trimestres creciendo a una tasa intertrimestral del 0,8%, aunque pocos analistas apuestan por mantener este nivel en la segunda mitad del año. La economía está viviendo el consumo de los hogares y vienen tiempos de dificultados en el mercado laboral, debido a la estacionalidad de nuestro empleo. En agosto, el paro registrado ha subido en 14.435 personas y lo que es pero, se han destruido cerca de 145.000 empleos. Para septiembre y octubre los antecedentes no son buenos. El pasado año el desempleo creció en 26.087 y 82.327 personas, respectivamente.

El 28 de octubre, el INE tiene previsto publicar el primer avance de crecimiento de la economía del tercer trimestre. Todo lo que sea crecer por debajo del 0,8% será restar velocidad al crecimiento anual. Todos los organismo internacionales y hasta el propio Gobierno en funciones temen 2017. El PIB crecerá un 2,3%, pero el Brexit es una amenaza.