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CaixaBank sanea su balance y gana 1.985 millones

La entidad ha reducido en un 21,7% su saldo dudoso y su tasa de morosidad cae al 4,7%

Gonzalo Cortázar, consejero delegado de Caixabank, y Jordi Gual, presidente de la entidad
Gonzalo Cortázar, consejero delegado de Caixabank, y Jordi Gual, presidente de la entidadlarazon

La entidad ha reducido en un 21,7% su saldo dudoso y su tasa de morosidad cae al 4,7%

Han sido años de eliminar riesgos, desinvertir los activos dudosos y ganar en rentabilidad y fiabilidad. CaixaBank considera que este camino emprendido durante los peores tiempos de la crisis no está dando malos resultados. Así se desprende de los datos presentados ayer por el presidente de la entidad, Jordi Gual, y su consejero delegado, Gonzálo Gortázar, durante la segunda exposición de resultados que realiza la entidad en Valencia desde que cambiara su sede social tras el 1-O.

CaixaBank ganó el año pasado 1.985 millones de euros, un 17,8% más que el año anterior, con una mejora de todos sus márgenes. La reducción en un 21,7% de los activos dudosos y la reducción de la tasa de morosidad hasta el 4,7% (1,3 puntos menos que en diciembre de 2017) son dos de las razones que explican el buen resultado de la entidad financiera.

Además, se redujo significativamente el peso de los activos no estratégicos con la venta del 80% de la cartera de adjudicados y del negocio inmobiliario a Lone Star, la desinversión de su participación en Repsol y la reclasificación de la participación en el banco angoleño BFA.

Pero el negocio crediticio tampoco ha ido nada mal. El crédito a las empresas creció un 20% con respecto a 2017, el hipotecario lo hizo un 9% y el crédito al consumo un 14%.

Gual enmarcó los buenos resultados del pasado ejercicio en un entorno difícil marcado por las incertidumbres del «brexit», la guerra comercial entre China y EE UU y la política italiana con su prima de riesgo. El presente ejercicio dependerá de cómo se vayan resolviendo dichas cuestiones, y como no está previsto que ello suceda de manera inminente, el crecimiento será menor, aunque esperan, dijo, que se sitúe en crecimientos razonablemente buenos.

A pesar de los buenos resultados de la entidad, la bolsa castigó duramente al banco, con una caída del 7,22%. La razón, según los expertos, es que los inversores preveían que los beneficios superaran el pasado año los 2.000 millones de euros.

No obstante, preguntado a este respecto, Gual se mostró prudente y confió en que el mercado sabrá valorar el comportamiento de la entidad en el medio-largo plazo.

Con respecto al Expediente de Regulación de Empleo que se está negociando en la actualidad con los representantes sindicales, explicaron que el principal reto de CaixaBank pasa a partir de ahora por alcanzar un acuerdo con los trabajadores para reducir su plantilla en 2.157 personas y cerrar cerca de 800 oficinas urbanas. Gortázar aseguró que la dirección «se dejará la piel» para cerrar un acuerdo.