Caixabank podría ampliar capital tras la OPA a BPI

La entidad financiera quiere culminar la compra del banco portugués en julio. Cierra el primer trimestre con un beneficio de 273 millones

Caixabank no se va a dar por rendida con el banco portugués BPI y estaría estudiando la posibilidad de una ampliación de capital tras la OPA sobre esta entidad. Al menos, así se desprende de las palabras del consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2016 previa a la junta de accionistas que ayer se celebró en Barcelona.

«Nuestro objetivo es que la operación se pueda cerrar a finales de año. El impacto de esta operación nos deja con ratios de capital muy superiores a la media del sector. Pero Caixabank se ha autoimpuesto el tener ratios de capital muy elevados, sobre el 12%. Queremos mantenerlos ahí. Pero tenemos que decidir cómo lo haremos. No hemos tomado todavía una decisión al respecto», señaló Gortázar. Por ello, el consejero delegado de la entidad se mostró confiado en controlar BPI en julio, después de que el Gobierno portugués retire los blindajes a las grandes empresas que no permiten que la entidad que preside Isidro Fainé ejerza el control del banco pese a disponer del 44 por ciento del capital.

Fainé, a la sazón, avanzó en la junta de accionistas que en los próximos meses Criteria comenzará a desinvertir en CaixaBank para cumplir con los criterios del BCE. Fainé, sin embargo, no explicó cómo quedará la estructura resultante del grupo el 30 de junio, fecha límite en la que deberá escoger entre las presidencia de Criteria, Caixabank o la Fundación Bancaria.

CaixaBank, en cualquier caso, ha cerrado el primer trimestre del año con un beneficio de 273 millones de euros. No obstante, el resultado antes de impuestos alcanza los 376 millones, lo que supone un crecimiento del 78,7% en comparación con los 211 millones obtenidos en el primer trimestre de 2015. El margen de explotación alcanza los 919 millones (35% más respecto al año anterior) en un contexto de tipos de interés muy reducidos, de volatilidad de los mercados y tras eliminar las cláusulas suelo en los préstamos hipotecarios, el margen bruto asciende a 1.922 millones de euros.