La recuperación económica
Confianza en España
El año no podía haber comenzado mejor para la prima de riesgo, especialmente teniendo en cuenta que en 2014 el Tesoro llevará a cabo emisiones de deuda por un importe récord de 244.000 millones de euros y que el ahorro en coste de financiación de una prima de riesgo por debajo de 200 puntos básicos puede estimarse en una cifra próxima a los 3.600 millones de euros. Una prima de riesgo que resume el razonamiento de los inversores, que han vuelto a comprar deuda española a pesar del aumento de la deuda pública: los inversores internacionales esperan que el Gobierno actual cumpla con sus obligaciones de pago, pues la política presupuestaria ha antepuesto el pago de la deuda a cualquier otra prioridad, a pesar del coste social y electoral que representa.
La reducción de la prima de riesgo no representa una excentricidad y se enmarca en una reducción generalizada de las primas de riesgo de los países periféricos a niveles no vistos desde 2011, como consecuencia de la reducción del riesgo sistémico en Europa. No es menos cierto que dicha reducción no habría sido posible sin una corrección de los desequilibrios de la economía española durante los últimos meses, cuyos indicadores adelantados sugieren que la actividad económica continúa recuperándose y que, aunque las exportaciones se desaceleran, se mantiene al alza la tendencia de los indicadores vinculados al turismo la demanda doméstica privada comienza a dinamizarse. También el mercado laboral se une al cambio de ciclo y muestra un aumento de la afiliación y disminución del paro.
Con ello, la economía española continúa aumentando su capacidad de financiación exterior y la creciente entrada neta de capital por parte de no residentes confirma el interés de los inversores extranjeros en las inversiones en deuda pública española. Una situación que, aunque no está exenta de amenazas, como el menor tono contractivo de la política fiscal a cambio de reducir el sesgo a la baja sobre la demanda interna, enmarcada en el contexto económico europeo, permite esperar una sorpresa al alza en los indicadores que se vayan publicando durante los próximos meses, con la expectativa de que, ahora sí, estamos en el año de la recuperación económica, que será posible gracias a la relajación de las tensiones financieras que han permitido las medidas económicas y de reforma estructural llevadas a cabo por Europa y España, gracias a un menor esfuerzo fiscal que el realizado en 2012 y a pesar de su desaceleración, gracias al crecimiento de las exportaciones.
*Responsable del Servicio de Estudios y Análisis de Asinver
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