Análisis
El desbarajuste y el caos de Luis Planas en el Ministerio de Agricultura se agudiza
María José Hernández pretende abandonar el FEGA ya. Los cerealistas siguen sin medidas de apoyo a pesar de la crisis de precios
Como no podía ser de otra manera,
el Ministerio de Agricultura dirigido por el sanchista Luis Planas se asimila, al igual que el resto del Gobierno, a un barco a la deriva. Una prueba de ello es, por ejemplo, que no se hayan dado por enterados de la grave crisis que hay en los cereales. En consecuencia, siguen sin adoptar medidas para ayudar a los agricultores que sufren una situación de bajos precios frente a unos elevados costes de producción. Las explotaciones están en pérdidas, en algunos casos durante varios años consecutivos, a pesar de que este año la cosecha es buena en líneas generales. Otra prueba es la situación que se vive entre los altos cargos, muchos de ellos deseando saltar por la borda. Salvo que se produzca una sorpresa gorda, en las próximas semanas cesará a petición propia María José Hernández como presidenta del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), puesto al que llegó a finales de agosto de 2022 procedente de la consejería agrícola
de la embajada de España en Francia. Desde ese cargo, y a través de la red X, no cesó de alabar las actuaciones de entonces del ministro Planas. Ahora, tres años después, y tras la salida de su protector, Fernando Miranda, como secretario general para irse a Ginebra, Hernández parece haber cambiado de opinión y desea abandonar el barco del régimen sanchista y planista.
Con un Ministerio desarbolado, en manos del subsecretario Ernesto Abati; del jefe del gabinete, Miguel Ruiz, y de su asesora de máxima confianza Victoria Fernández (la mujer de rojo), haciendo la vida imposible a la segunda teórica de este departamento, la secretaria de estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García Bernal, el sanchista Luis Planas se enfrenta a una situación complicada en la recta final de su mandato. De un lado, este miércoles la Comisión Europea presentará sus propuestas sobre el Marco Financiero de la UE para el periodo 2028-34, en la que se recogerá el dinero que habrá para financiar la Política Agraria Común (PAC). Se trata de una fecha clave para el sector agrario. Aunque no se han filtrado cifras concretas, en los pasillos de Bruselas se da por hecho un recorte de los fondos agrarios que los rumores sitúan en torno al 15% en relación con las cifras del actual periodo.
Si se confirmarán estos números, que habría que sumar a los efectos de la inflación, tanto del marco actual como del futuro, estaríamos hablando de una caída muy significativa del dinero que reciben los agricultores y ganaderos en concepto de ayudas directas. España es el segundo Estado miembros de la UE más beneficiado por los fondos de la PAC. A este hecho habría que añadir otro peligro, ya que las autoridades de la Comisión Europea han planteado durante los últimos meses la unificación de todos los instrumentos financieros en uno solo, con una especie de «sobre» para cada país. Eso significaría que la PAC, y el FEOGA y el FEADER, los dos fondos a través de los que se canaliza su dinero, perderían la independencia que tienen estos momentos.
Pasado mañana se presentará también la propuesta de la Comisión Europea sobre la nueva PAC, que sufrirá una nueva reforma que se aplicará a partir de 2028. Planas comenzará estos dos procesos de negociación, pero ya es más difícil que los termine, visto el panorama político español.
Otro asunto que debería ser prioritario en la agenda del ministro sanchista es el de los aranceles de Trump. Según anunció el sábado, aplicará a los productos europeos una tasa del 30% a partir del 1 de agosto. No se conoce por el momento si afectará a todas las mercancías o solo a una parte. En el campo de nuestro país hay mucha preocupación, especialmente entre los productores y exportadores de aceite de oliva, aceituna de mesa, vino, quesos y también productos cárnicos emblemáticos como los del cerdo ibérico. Se supone que Planas también tiene que decir algo al respecto en todo lo anterior. Mientras tanto, él se dedica a seguir el argumentario que mandan desde Moncloa y ha solicitado que los jueces investiguen un asunto agrario tan importante como el seguimiento que la política «patriótica» del PP hizo a Pedro Sánchez.
También afeó al líder popular que recurriese al ataque personal al presidente del Gobierno, a cuenta del lío que se ha formado con las saunas de su suegro Sabiniano. Mientras Planas dedica su tiempo a esto, los cerealistas siguen sin ayudas.