
Fiscalidad
La UE prepara un "impuestazo" al tabaco en los nuevos presupuestos
Bruselas trabaja en nuevos tributos para recaudar 25.000 millones al año y devolver los fondos post-pandemia. Uno de los riesgos es que este nuevo impuesto aumente el contrabando de cigarrillos ilícitos

Se acerca la hora de la verdad. Este miércoles, el Ejecutivo comunitario va a presentar su propuesta para el próximo marco financiero plurianual 2028-2034. La Comisión Europea debe hacer encaje de bolillos no solo para financiar las nuevas prioridades europeas, como la política en defensa, sino también para devolver el dinero movilizado en el plan de deuda conjunta de los fondos post- pandemia, Next Generation EU. El marco actual asciende a 1,2 billones de euros y esta cantidad se incrementa hasta los dos billones si se contabilizan los fondos para hacer frente a los estragos económicos del coronavirus.
De cara a los próximos siete años, Bruselas se plantea un nuevo enfoque en el que no solo dependerá de las contribuciones directas de los Estados (el grueso de la financiación actual) sino que también quiere recurrir a los denominados «recursos propios», nuevos impuestos europeos. Según un documento desvelado por el digital Político, Bruselas contempla tres nuevos impuestos :a los productos al tabaco, a las grandes empresas que generen más de 50 millones de euros y a los residuos electrónicos. De momento, no se conoce cuánto dinero podría llegar a recaudarse pero el propósito es generar entre 25.000 a 30.000 millones de euros al año para devolver el dinero de los fondos Next Generation. Actualmente, los impuestos al tabaco los recauda cada país.
Aunque todavía no se conocen los detalles de esta propuesta que se desvelará este miércoles, desde hace meses se plantea en los pasillos comunitarios la posibilidad de imponer también impuestos a los cigarrillos electrónicos y los vapeadores. Una iniciativa que cuenta con la oposición de Italia, Grecia y Rumanía. Además, la revisión de la directiva sobre los impuestos especiales al tabaco podría aumentar en un 30% el impuesto que se aplica a los cigarrillos. En el caso de España esto podría encarecer en 1,40 euros el precio de las cajetillas.
Una de las grandes preguntas es si el aumento de los impuestos a los cigarrillos puede aumentar el incremento del contrabando, tal y como atestigua el caso de Francia, el país campeón europeo tanto en impuestos como en la venta de cigarrillos ilícitos. Según un informe presentado en junio, la pérdida de ingresos fiscales debido al comercio ilícito de cigarrillos en Europa asciende a 15.000 millones, que hubiesen resultado suficientes para sufragar el presupuesto de la UE en seguridad y defensa durante el marco actual.
Según este estudio elaborado por KMPG, en 2024 se consumieron 15.300 millones de cigarrillos falsificados durante ese año, lo que representa un aumento del 20,2% respecto al año anterior Además, los denominados illicit whites (cigarrillos legalmente fabricados pero introducidos de contrabando) supusieron 8.200 millones de euros. Holanda es uno de los países que está viviendo la paradoja del aumento de la tributación de los cigarrillos. En 2024, el tabaco normal vivió un aumento de los precios del 24% mientras que el de liar escaló hasta el 45%. Independientemente de las consecuencias para la salud pública, en el caso de los Países Bajos, el volumen de cigarrillos ilícitos aumentó drásticamente en 1.100 millones—más del doble que el año anterior—hasta alcanzar el 17,9% del consumo total. Si estos cigarrillos se hubiesen comprado legalmente, se habrían ingresado casi 900 millones en impuestos.
Esta política de aumentos impositivos al tabaco está siendo impulsada en Bruselas por Wopke Hoekstra, comisario europeo de Clima, Cero Emisiones y Crecimiento Limpio, bajo la dirección directa de la comisaria Teresa Ribera. Hoekstra ya intentó aplicar esta estrategia en Países Bajos, donde fracasó estrepitosamente y se disparó el comercio ilícito.
Este informe no sólo alerta sobre la pérdida de ingresos fiscales sino también sobre los riesgos para la salud de los consumidores –ya que este tipo de cigarrillos falsificados no han pasado controles– y también el papel que desempeña el contrabando en otras actividades ilícitas como el blanqueo de capitales y el crimen organizado. Esta propuesta de la Comisión Europea que se presentará este miércoles debe aprobarse por unanimidad y se adivinan unas negociaciones arduas que van a dilatarse durante meses.
Uno de los grandes interrogantes es si Bruselas sacrificará las denominadas partidas tradicionales: la Política Agrícola Común (PAC) y los fondos regionales a favor de nuevas necesidades como el rearme europeo y en un contexto marcado por los posibles aranceles del 30% que Trump impondrá a la UE a partir de agosto. «Tengo el tractor y estoy preparado», ha asegurado Massimiliano Giasanti, el representante de la asociación agrícola europea Copa ante las informaciones que apuntan a que el presupuesto para agricultura y los fondos regionales pueden sufrir un recorte de hasta el 20% en los próximos siete años. Bruselas contempla que los actuales fondos en estos dos ámbitos se conviertan en un único bote en efectivo y que la recepción de las ayudas esté condicionada al cumplimiento de proyectos, a imagen y semejanza de los fondos Next Generation.
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