Bolsa
Desplome histórico en el Ibex 35
Las bolsas europeas cierran la peor semana en más de tres años
Viernes negro en las bolsas mundiales que en el caso de Europa agrava las caídas del jueves, cerrando su peor semana bursátil en más de tres años.
El Ibex 35 no es ajeno a esta inestabilidad, cediendo por momentos más de un 7% de su valor durante la sesión, en una de las peores jornadas de toda su historia, con todas las compañías cerrando en rojo y principalmente lastrado por las fuertes caídas de la banca. El conjunto del sector recibe correcciones medias superiores al 10% debido a su comportamiento cíclico y su dependencia de la actividad económica, ante la expectativa de menores solicitudes de crédito o consumo, o de la parálisis de las compañías ante la incertidumbre global, lo cual limita gran parte de sus beneficios en áreas como las fusiones o adquisiciones, salidas a Bolsa o emisiones de deuda. Además, el mercado ha aumentado las posibilidad de nuevos recortes de tipos por parte del BCE para intentar compensar esta caída, lo que perjudicará una variable clave como son sus márgenes de intereses. En el caso de BBVA y Santander, las caídas son ligeramente inferiores gracias a la apreciación del euro respecto a las divisas emergentes. Otros sectores ligados al ciclo económico como es el caso de las materias primas, también sufren caídas significativas. En el caso de Repsol las bajadas del día se ven agravadas por el desplome en el precio del petróleo que cotiza en sus mínimos de los cuatro últimos años. Tampoco se han librado en la sesión de hoy las utilities ni las empresas beneficiadas ante el desplome en la rentabilidad de los bonos como ha sido en los últimos días el caso de Cellnex. La sangría ha afectado a todas las empresas de todos los sectores.
Wall Street no levanta cabeza. El S&P 500 sufrió el jueves su mayor caída desde el estallido de la pandemia, y en la última sesión de la semana iba directo a superarlo al responder China con aranceles del 34% sobre las importaciones americanas y extremar los controles sobre la exportación de tierras raras. Sin embargo, la publicación de los datos de empleo mejores de lo esperado, ayudó a calmar los ánimos de los inversores. El crecimiento del empleo en EEUU. superó las previsiones en marzo y la tasa de desempleo aumentó ligeramente, lo que apunta a un mercado laboral saludable antes de que la economía mundial se vea afectada por aranceles generalizados. El “indicador del miedo” de Wall Street, el VIX, se disparó por encima de 40, evocando recuerdos de algunas de las peores turbulencias del mercado de los últimos tiempos. A nivel corporativo las grandes tecnológicas continúan liderando las caídas del mercado, aunque los bancos al igual que ocurre en Europa han cotizado a la baja alcanzando su nivel más bajo desde el pasado agosto. En estos momentos lo más razonable podría ser alejarse de los activos de riesgo, hasta que la administración Trump se aleje de los aranceles y se oriente hacia recortes de impuestos, un mayor suministro de energía, desregulación y un aumento agresivo del techo de la deuda. El que parece ajeno a todo lo que está ocurriendo es Warren Buffet. El oráculo de Omaha, lo ha vuelto a hacer. Su holding empresarial, se están librando de la quema del mercado y las acciones de Berkshire Hathaway, apenas caen en estos días en comparación con el desplome del mercado. De hecho, en este 2025 suben un 14%.
Dentro de los diferentes activos los bonos consiguen de nuevo capturar el interés de los inversores. Los bonos del Tesoro a 10 años cotizan por debajo del 4% por primera vez desde que Trump ganó las elecciones. Sin embargo, la posibilidad de que la inflación suba por encima de lo esperado, y que Jerome Powell no recorte los tipos de interés como el mercado descuenta podría jugar en las próximas semanas en su contra. Situación que difiere de la renta fija europea, que ante la avalancha de productos procedentes de Asia podría incluso ver reducirse la inflación, facilitando los futuros recortes de tipos del BCE.
El petróleo es la materia prima más penalizada y durante el día ha caído a su mínimo de cuatro años, tras un aumento sorprendente de la producción por parte de la OPEP+ y la previsible caída en la demanda derivada de la guerra comercial. Otras materias primas también se desplomaron debido al impacto de los mercados financieros en general y al aumento del temor a un menor consumo. El cobre cayó hasta un 6%, alcanzando su nivel más bajo desde enero, mientras que los futuros europeos de gas natural, referencia en el mercado, se desplomaron hasta un 10%.
El oro que ha llegado a alcanzar sus máximos históricos, también ha retrocedido en los últimos días debido a la venta masiva de los inversores de los activos con mayores beneficios. Sin embargo, la tendencia sigue siendo positiva y se cumplen todos los requisitos para que continúe subiendo en los próximos meses.
Manuel Pinto
Research-Team Leader