Unión Europea

Draghi dispara la inyección de liquidez para frenar la sangría del Brexit

Todas las grandes bolsas, con Londres a la cabeza, cierren la semana con ganancias impulsadas por la «barra libre» del BCE

El presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghilarazon

Todas las grandes bolsas, con Londres a la cabeza, cierren la semana con ganancias impulsadas por la «barra libre» del BCE

«El Banco Central Europeo (BCE) está preparado para proporcionar liquidez adicional», es lo que aseguró el máximo organismo monetario europeo horas después de que los mercados entraran en pánico tras saber que Reino Unido había votado a favor de abandonar la Unión Europea (UE). En una semana claramente marcada por el Brexit, el balance del eurobanco alcanzó unas cifras récord, avanzando hasta los 3,13 billones de euros. En los últimos días, el organismo ha acelerado su política ultra expansiva y ha puesto más carne en el asador monetario ante las turbulencias de los mercados financieros en uno de los momentos de más agitación de la historia de la eurozona.

En las semanas previas a la jornada del «viernes negro» que causó el referéndum, el pasado 24 de junio, el BCE había ido inyectando grandes sumas en el mercado. Aumentó su balance en 41.700 millones de euros en las últimas semanas y llegó a elevarlo en 21.500 millones de euros durante los días anteriores a la consulta británica. De éstos, utilizó 17.100 millones de euros para comprar deuda soberana y destinó 2.600 millones de euros a la adquisición de bonos corporativos, una medida sin precedentes que lleva en funcionamiento desde el pasado 8 de junio.

Este nuevo balance de 3,13 billones de euros supera incluso los niveles a los que se llegó en junio de 2012, cuando el eurobanco prestó un billón de euros a tres años en dos inyecciones masivas de liquidez, y también sobrepasa el máximo que ya había alcanzado los días anterior al Brexit.

La semana pasada, debido al pánico que causó el inesperado portazo británico a la UE, el Ibex experimentó la mayor caída de su historia, retrocediendo un 12,35%, hasta los 7.787 puntos, arrastrado en parte por la banca, que se desplomó un 16%. Fue uno de los índices más castigados en el «viernes negro», el día en el que se abrió una etapa de incertidumbre que aún no ha finalizado. Ante esta situación, el BCE se apresuró a enviar un escueto comunicado con intención de tranquilizar a los mercados en el que prometía que se mostraba dispuesto a dar liquidez adicional, llegado el momento, tanto en euros como en divisas extranjeras. También estimaba que «el sistema bancario de la zona del euro es resistente en términos de capital y liquidez», y aseguraba que llevaría a cabo «un atento seguimiento de los mercados financieros y se mantiene en estrecho contacto con otros bancos centrales».

En cualquier caso, parece que las medidas del BCE han logrado taponar la hemorragia y los mercados ven luz al final del túnel. De hecho, todas las grandes bolsas europeas han subido en la última semana, con el FTSE 100 británico a la cabeza (+7,2%). Le siguen el español Ibex 35 (+6,2%), la bolsa de París (+4,1%), Milán (+3,6%) y Fráncfort (+2,3%).

Política expansiva

Independientemente del referéndum británico, el BCE seguía adelante con la política expansiva por la que lleva meses apostando, que incluye tipos de interés al 0%, sucesivas bajadas de la facilidad del depósito, ya en umbrales negativos, y voluminosos programas de compra de deuda, soberana y privada. La semana del Brexit coincidía con la fecha fijada por el organismo para poner en marcha una nueva operación de liquidez al 0% y a cuatro años, llamada Tltro II, por sus siglas en inglés.

Esta nueva corriente monetaria desplegada por la entidad europea no fue una consecuencia directa del «sí» al Brexit, pues esta medida ya había sido anunciada en marzo por Draghi, pero sí una confirmación más de que el eurobanco seguirá adelante con su política ultraexpansiva y que la tormenta en los mercados y el reguero de incertidumbre dejado por el futuro abandono británico hará menos probable ahora que nunca que se decida a abandonarla. Todo ello, a pesar de las presiones y de las voces en desacuerdo que vienen de países como Alemania. El organismo monetario europeo prestó casi 400.000 millones de euros, concretamente 399.289, a 514 entidades bancarias de la zona euro en una primera operación. Los bancos españoles e italianos fueron los que más demandaron este tipo de préstamo al eurobanco, destacando BBVA, con 10.000 millones de euros, y los italianos UniCredit (8.400 millones de euros) e Intesa Sanpaolo (8.000 millones de euros). La cantidad neta nueva que entró en el sistema financiero del euro fue de 23.290 millones de euros, ya que los bancos comerciales debían devolver al banco central 370.000 millones de euros de subastas anteriores.

Esta operación vence el 24 de junio de 2020, pero su flexibilidad ofrece a los bancos devolver antes los préstamos a los dos años. Con el Tltro II, el BCE podría llegar a pagar hasta 1.597,2 millones al conjunto de entidades europeas. Otras operaciones tendrán lugar en septiembre y diciembre de 2016 y en junio de 2018.

El BCE cuenta con otras medidas para utilizar en caso de que los mercados sigan afectados por el Brexit. Entre ellas, las líneas swap de emergencia diseñadas para proporcionar euros a los bancos británicos en supuesto de necesidad, que hasta el momento no han sido activadas.

Vienen más estímulos

Según estiman varios analistas alemanes, lo más previsible es que, al debilitarse el crecimiento en la zona euro debido al Brexit, se aumente la presión sobre el BCE y que éste reaccione añadiendo más estímulos. Sin embargo, éstos conllevan un cierto riesgo. «Tenemos instrumentos todavía a nuestra disposición entre nuestras herramientas», dijo Vitor Constancio, vicepresidente del organismo monetario central, «pero es verdad que ya hemos utilizado buena parte de ellas y que las estamos usando mucho, somos conscientes. Todo el mundo lo es», reconoció.

El BCE confía en que su estrategia es la adecuada y sigue abriendo las puertas a la liquidez hacia la zona euro con el objetivo de elevar una inflación que se mantendrá en niveles bajos durante los próximos tres años. Según las estimaciones del organismo, sólo remontará al 1,6% en 2018, una cifra que aún no se acerca lo suficiente al deseado 2%.

El Banco de Inglaterra bajará los tipos de interés este verano

El gobernador del Banco de Inglaterra, el canadiense Mark Carney, aseguró esta semana que probablemente rebajará los tipos de interés este verano como consecuencia directa del voto favorable a la salida de Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum del pasado día 23. «Las perspectivas económicas se han deteriorado, por lo que probablemente se requerirá una flexibilización de la política monetaria durante el verano», aseguró Carney, quien añadió que no está prejuzgando el punto de vista de los demás miembros del Comité de Política Monetaria. Así, durante su próxima reunión de política monetaria, que se celebrará el 14 de julio, el Banco de Inglaterra ofrecerá una evaluación inicial de la situación económica global tras el Brexit, mientras que será en la reunión de agosto cuando el comité discutirá «la gama de instrumentos» a su disposición y actualizará el cuadro de previsiones macroeconómicas.