Rescate a Grecia
Draghi mantiene la liquidez a la banca griega
El Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) mantuvo ayer en 89.000 millones de euros el programa de liquidez de emergencia a los bancos helenos, pese al fin del rescate y el impago de Atenas al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esta aprobación a la continuidad en el programa de financiación urgente de parte del BCE a Atenas resulta crucial, pues quiere decir que la provisión de emergencias (ELA) seguirá manteniendo a flote a los bancos griegos. No obstante, tras confirmarse que Grecia no saldó su deuda de 1.500 millones de euros con el FMI, que vencía la madrugada del martes, la ampliación de financiación va contra las normas de la entidad. El impago lleva a Atenas a estar en situación de mora, convirtiéndose en el único país desarrollado del mundo en tener atrasos pendientes con el FMI.
El consejo del BCE debatió esta cuestión por videoconferencia ayer desde Fráncfort y se abstuvo de hacer declaraciones públicas de forma inmediata a la Prensa ni comunicados oficiales tras del encuentro, lo que llevó a varios medios de comunicación alemanes a preguntarse si el silencio del BCE sería sinónimo de haber cerrado al grifo al soporte a Grecia. Se temía que, tras los últimos giros de la crisis griega –control de capitales, falta de pago y vencimiento de la asistencia financiera–, las condiciones de financiación de la entidad dirigida por Mario Draghi se volvieran más duras y más difíciles de asumir para el sector bancario heleno. Incluso no se descartaba un cese completo de liquidez al Banco Central griego.
El Parlamento alemán ya alertó sobre la conveniencia del cese de fondos a un Estado que podría estar caminando hacia la insolvencia, según declaró ayer el ministro de Finanzas germano, Wolfang Schäuble, que aseguró que aconsejaría al BCE la detención del programa de préstamos auxiliares hasta que Atenas no cumpliera sus pagos.
Por otra parte, Alexis Tsipras presentó ayer una contrapropuesta para aceptar, con condiciones, las medidas de sus socios europeos, dando un paso hacia adelante para llegar a los acuerdos. Al igual que la canciller Angela Merkel y sus socios de la eurozona, reacios a tomar decisiones antes del referéndum que celebrará el domingo el país heleno, el BCE tampoco modificará las condiciones acordadas.
Antes de la cita de ayer, el consejo del BCE no se había reunido desde el domingo, tras haberlo hecho la semana anterior cuatro veces de forma extraordinaria en un plazo de seis días. En cada encuentro, aumentó significativamente el techo de la provisión de urgencia al sector bancario heleno hasta llegar a la cifra actual. Estas inyecciones de liquidez son las que han mantenido a los bancos griegos con vida. Sin ellas, la economía griega habría quebrado, según los análisis de economistas alemanes. El domingo, día en el que se rompieron las negociaciones entre Atenas y sus acreedores, el BCE había mantenido igualmente estática la cantidad de provisiones, aunque sí solicitó que se llevaran a cabo controles de capital del país, que comenzaron la misma mañana del lunes. Ayer, tras mantener invariable el límite máximo del ELA, el único recurso que le queda a Grecia para financiarse, el BCE volvió a alejar la bancarrota.
✕
Accede a tu cuenta para comentar