El AVE a La Meca se inaugurará al límite del plazo

Tiene que empezar a operar antes de fin de mes. Fuentes del consorcio aseguran que todavía no hay fecha definitiva

Con un retraso de casi un año y medio respecto a la fecha prevista inicialmente y tras acumular millonarios sobrecostes, el conocido como “AVE del Desierto” cuenta los días para su estreno. Fuentes del sector citadas por Ep aseguran que el primer viaje entre las ciudades santas de La Meca y Medina será el próximo domingo 23, mientras que la prensa saudí lo retrasa al día 24. No obstante, desde el propio consorcio español que se ocupará de su explotación y mantenimiento aseguran que “hay varios días propuestos, pero no está cerrado aún”, aunque confirman que su puesta en marcha se producirá antes de que acabe el mes.

Sea cuando sea, los primeros trenes que circulen por la línea lo harán con limitaciones. La empresa estatal de ferrocarriles saudí -Saudi Railway Organization (SRO)- y el consorcio español encargado de la explotación de la línea, con Renfe y Adif a la cabeza, acordaron inaugurar el corredor en fase de preoperación comercial este mes con la velocidad limitada a 200 kilómetros por hora y paradas en sólo dos de las cinco estaciones que tendrá la línea, la de Yeda y la de Kaec, la ciudad económica. El motivo es que el resto de paradas, de cuya construcción se encargan compañías saudíes, no están terminadas. De momento, se ofrecerán ocho servicios diarios en ambos sentidos hasta finales de mes. En enero, se incrementarán hasta doce y en un futuro lo harán más en función de la demanda. El periódico “Saudi Gazzette” asegura que los billetes costarán 17 euros por trayecto en clase turista y 28,6 euros en “business”. Estos precios se irán incrementando en el futuro, según asegura el mismo medio.

El AVE a La Meca se ha convertido en uno de los proyectos más emblemáticos de lo que se ha dado en conocer como “marca España”. Adjudicado a finales de 2011 a un consorcio español integrado por Renfe, Adif, Ineco, OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa y Talgo, ha atravesado por diversos problemas que el conglomerado siempre ha atribuido en buena parte a problemas ajenos a su voluntad. Las compañías españolas están al cargo de la denominada como fase dos, consistente en la construcción de las vías, catenaria y señalización, así como de su explotación y mantenimiento y el suministro de material rodando a cargo de Talgo. Su trabajo se ha desarrollado sobre la plataforma que, previamente, debía construir un consorcio chino y que, según han denunciado las compañías españolas en varias ocaciones, ha ido acumulando retrasos que han derivado en la demora de la puesta en marcha. Estas incidencias han llevado a sobrecostes que desembocaron en un amago de paralización del proyecto por parte del consorcio español. Finalmente, la SRO y el consorcio llegaron a un acuerdo que recogía el retraso de la inauguración del proyecto a este mes y el pago a las compañías de una indemnización en concepto de sobrecostes.