Tipos de interés

El BCE empezará a comprar deuda de empresas en junio

Draghi mantiene los tipos en el 0% y responde a Alemania: «El BCE obedece a la Ley, no a los políticos». Se reafirma en su intención de conservar «durante un largo periodo» su política expansionista

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghilarazon

Draghi mantiene los tipos en el 0% y responde a Alemania: «El BCE obedece a la Ley, no a los políticos». Se reafirma en su intención de conservar «durante un largo periodo» su política expansionista

«El crecimiento es moderado, pero podemos decir que es estable», aseguró ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, tras su cita de abril con el consejo de Gobierno de la entidad. Una reunión en la que no se acordaron nuevos estímulos monetarios y tras la que las tasas permanecen inalteradas, tal y como preveían los analistas después de la extensa batería de medidas anunciada en marzo. El Eurobanco deja el precio del dinero congelado en el 0%, la tasa de depósito en -0,40% y mantiene aparcada la de facilidad marginal de crédito en 0,25%. También anunció que comenzará la compra de bonos corporativos a partir de junio.

Draghi aseguró en la rueda de prensa posterior que la política expansionista de gran inyección de liquidez y bajos tipos que caracteriza a la entidad desde 2015 se va a «mantener durante un largo periodo de tiempo», así como las tasas, siempre siguiendo el objetivo de elevar la inflación hasta una cifra cercana al 2%, sin superarla. Tras una leve subida hasta el 0,2% en febrero, la inflación volvió a caer en marzo, cerrando en un 0% debido a factores como los precios del petróleo. El banquero italiano también reconoció que la inflación no se recuperará hasta dentro de uno o dos años, aunque cree en la eficacia de las sucesivas medidas adquiridas en los últimos meses. Aseguró que, sin ellas, las tasas inflacionarias estarían aún en un nivel menor, quizá medio punto por debajo de las actuales.

Hace seis semanas, el presidente de la entidad sorprendió a los mercados anunciando cambios históricos. Por primera vez, llevó la tasa principal al 0% y aumentó nuevamente la «multa» a los bancos que dejan su dinero inactivo en el BCE, una tasa que, según la apreciación de los analistas alemanes, podría seguir rebajándose en los próximos meses. Asimismo, hubo cambios importantes en su programa de compra de activos (QE, por sus siglas en inglés). Tras haber sido prolongado en seis meses, se aumentó su volumen significativamente hasta los 80.000 millones de euros mensuales, frente a los 60.000 previstos inicialmente. Ayer, compartió algunos detalles sobre la aplicación de la compra de bonos emitidos por empresas ajenas al sector bancario, que comenzará dentro de dos meses, una de las medidas anunciadas el 10 de marzo. Las compañías no serán bancos ni filiales, deberán estar localizadas en la zona euro y tendrán que responder con cierto grado de solvencia. Estos bonos tendrán un periodo de vencimiento máximo de 30 años y su límite para las compras está fijado en un 70% sobre la emisión.

Mientras la entidad monetaria más poderosa de Europa sigue dando signos de confianza en su política, las críticas desde Alemania llegan cada vez con más fuerza. Wolfgang Schäuble, el influyente ministro de Finanzas germano, volvió a apuntar hace cuatro días el enorme riesgo de esta política. «No es razonable mantener a largo plazo unas tasas de interés cero y negativas. Esto crea grandes problemas para los bancos, a los que pone en riesgo», dijo en Berlín.

Merkel avala las críticas al BCE

En esta ocasión, el número dos de la mayor economía europea usó un tono más acusador que nunca, acusando a la política monetaria encabezada por Draghi de alimentar al vertiginoso crecimiento de la extrema derecha en Alemania. La canciller Angela Merkel defendió las críticas de los miembros del Gobierno alemán a las políticas monetarias del BCE, al señalar que estas son «legítimas» y «no interfieren» en la independencia de la institución. El presidente de la entidad monetaria se defendió diciendo que su misión era «asegurar la estabilidad de los precios de toda la zona euro, no sólo los de Alemania» y que «nuestro mandato se basa en obedecer la Ley, no a los políticos, ya que somos independientes».

No al «dinero helicóptero»

Mario Draghi aprovechó la comparecencia de ayer para dar un aviso a los políticos de la eurozona. «Otras áreas de la política tienen que ayudar de forma más decisiva a mantener la recuperación. Hay que actuar tanto a nivel nacional como a nivel europeo». También apuntó que era necesario mejorar la productividad y el entorno empresarial. El BCE «está dispuesto a usar todos los instrumentos disponibles» para lograr la esperada subida de precios, algo crucial para evitar los efectos de segunda ronda. Puntualizó que «nunca hemos discutido la posibilidad de aplicar «dinero helicóptero», refiriéndose al capital repartido directamente entre la población para estimular el gasto.