El consumo de los españoles supone el 57% del PIB

El consumo de los hogares españoles tiene mucho que ver con la marcha del Producto Interior Bruto. Según los últimos datos pormenorizados difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al ejercicio 2103, los ciudadanos destinaron a consumo final un total de 599.537 millones de euros, una cifra que supone el 57% del valor a precios de mercado del PIB. No es el mejor dato del pasado reciente, que sigue correspondiendo al año 2008, cuando los efectos de la crisis estaban por llegar a España.

El principal gasto de las familias españolas está relacionado con la vivienda; el segundo, con el ocio, y el tercero, con la alimentación. Hace siete años, el orden era algo diferente: bares y restaurantes, primero; alimentación después, y vivienda completando el podio.

Algunas cifras del consumo de los hogares son mareantes y susceptibles de ser reducidas. El conjunto de la población residente gastó en 2013 más de 25.300 millones de euros en tabaco y bebidas alcohólicas, un hábito que mantiene por cuarto año consecutivo por encima del listón de los 25.000 euros. Sólo a fumar, los españoles dedican más de 14.200 millones de euros, una cifra que supera a la registrada en la compra de automóviles, por ejemplo, o a la compra de pan y cereales. Es un gasto que entraría dentro de la calificación de «hormiga», susceptible de desaparecer o al menos de reducirse en aras de la salud. Como muestra, sirva un botón. Si los españoles dejaran de fumar de la noche a la mañana aparecerían en sus bolsillos 309 euros más cada año. Tendrían 26 euros mensuales más para ahorrar o destinar a otras necesidades.

En bares y restaurantes, en 2013, los españoles se dejaron nada menos que 88.888 millones de euros, una cifra sólo superada por el coste de los alquileres de vivienda, que rebasaron los 90.000 millones de euros. Una reducción de sólo el 10% en los gastos suntuarios, un porcentaje muy inferior a la respuesta que tradicionalmente se da cuando las economías entran en un ciclo contractivo, permitiría disponer de casi 9.000 millones para otros fines.

La situación actual de la economía no es la más propicia para el ahorro. El crecimiento actual (1% en el segundo trimestre) está sustentado por el consumo privado. En su últimas previsiones de julio, el Gobierno cuenta para este año con un incremento del 3,4% del consumo, una décima más que el crecimiento del PIB.