Mercado inmobiliario

El euribor cierra por primera vez en la historia un mes en negativo

El índice al que se referencian la mayoría de los préstamos hipotecarios acaba febrero con una tasa del -0,008%

El euríbor cierra febrero en negativo por primera vez en su historia
El euríbor cierra febrero en negativo por primera vez en su historialarazon

Por primera vez en la historia, el euribor a doce meses, el índice al que está referenciados la mayoría de préstamos hipotecarios en España, ha cerrado un mes en negativo.

Por primera vez en la historia, el euribor a doce meses, el índice al que está referenciados la mayoría de préstamos hipotecarios en España, ha cerrado un mes en negativo. El indicador concluyó febrero en el -0,008%, frente al 0,042% que marcó en enero. Hace un año, el euribor se situaba en el 0,255%. Con esta diferencia, para una hipoteca media de 120.000 euros a 25 años y con un diferencial bancario del 1%, la rebaja en la cuota mensual ascendería a algo más de 14 euros, lo que significaría un ahorro de unos 173 euros en el año.

Desde que el euribor a un año entró en terreno negativo el pasado mes, la pregunta que muchos hipotecados se hacen es si, en el hipotético caso de que lleguen a tener intereses negativos, el banco les devolvería dinero. Los expertos creen que es casi imposible que se dé tal situación. Ahondando en esta teoría, el presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Santos González, calculó ayer que el grueso de los diferenciales medios de los préstamos hipotecarios se concentra en una horquilla de entre el 0,5% y el 1%.

Hundimiento

Para que las hipotecas tuviesen tipos de interés negativo, estimó que el euribor tendría que mantener su caída histórica hasta hundirse al -0,5%, según informa Ep. Tal situación, advierten los expertos, es casi imposible que se dé. El euribor, que es el tipo de interés al que los bancos se prestan el dinero, se mantendrá en negativo durante algunos meses ante la excesiva liquidez existente en el mercado. Si se hundiera, sería señal de que la situación económica no mejora y de que el BCE habría tenido que inundar con mayor liquidez el mercado.

La visión de los consumidores poco tiene que ver con la de la banca. La OCU ha instado a los bancos a cumplir los contratos hipotecarios. «Aunque sea poco probable, si los intereses aplicables a los consumidores llegaran a ser negativos, se exigirá el cumplimiento de los contratos y se iniciarán todas las acciones necesarias para obligar a los bancos a cumplir dichos contratos», afirmó la organización en un comunicado. La OCU recordó la imposición de las denominadas «cláusulas suelo», que han impedido a los consumidores beneficiarse de las bajadas de los tipos de interés y han derivado en multitud de litigios en los tribunales. Estos topes a la caída del euribor han sido declarados nulos por el Tribunal Supremo en los casos en lo que ha existido falta de transparencia.

Que nadie en el sector financiero dé un duro por la posibilidad de que el euribor prolongue su caída tanto en el tiempo como en su cotización como para que haya intereses negativos no significa que la banca no se esté cubriendo las espaldas ante tal eventualidad. En las últimas semanas, las entidades han comenzado a tomar medidas para proteger sus cuentas. Para las hipotecas ya firmadas poco pueden hacer. Para las nuevas, las opciones son varias. Desde incrementar los diferenciales que aplican hasta incluir «cláusulas 0%» que les protejan de pagar a los hipotecados en el hipotético caso de que los intereses sean negativos.

Tipos fijos

Entidades como el BBVA y Banco Santander también han lanzado en las últimas semanas hipotecas a tipo fijo a precios más competitivos para asegurarse unos ingresos ahora en cuestión. Otras han optado por ligar cada vez más productos a las hipotecas. Algunos exigen, incluso, que la nómina de uno de los hipotecados alcance los 3.000 euros.

Y es que la caída del euribor es buena para los hipotecados pero nefasta para las entidades, pues reduce los ingresos que perciben por los márgenes de interés –la diferencia entre lo que les cuesta pedir el dinero y lo que ingresan por prestarlo–. Esta circunstancia está castigando sus cuentas y su cotización bursátil.