Estados Unidos
El FMI reclama al BCE medidas adicionales, como nuevas inyecciones de liquidez, para impulsar el crecimiento
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reclamado al Banco Central Europeo (BCE) que adopte nuevas medidas adicionales para impulsar un mayor crecimiento en la eurozona, como nuevas subastas de liquidez a largo plazo condicionadas a que las entidades destinen el dinero a conceder préstamos.
En su actualización de enero de su informe 'Perspectivas Económicas Mundiales', titulado '¿Está subiendo la marea?, el FMI incide en que es necesario un crecimiento más fuerte a nivel global para completar la reparación de los balances y reducir los riesgos heredados.
"En la eurozona, el BCE tendrá que considerar medidas adicionales con este fin. Medidas como inyecciones de liquidez a largo plazo, incluidas condicionadas a la concesión de crédito, fortalecerían la demanda y reducirían la fragmentación del mercado financiero", asegura.
En esta línea, también instó a sanear los balances de los bancos mediante las pruebas de análisis de la calidad de los activos de las entidades, recapitalizando aquellas que estén en una situación más débil, así como a completar la unión bancaria unificando los mecanismos de resolución y de supervisión.
En su opinión, estos aspectos serán "esenciales"para que mejore la confianza, reavive el crédito y se rompa el vínculo entre bancos y soberanos. Además, la institución dirigida por Christine Lagarde reclama más reformas estructurales para impulsar la inversión y las perspectivas.
Respecto a las economías avanzadas, y en especial a Estados Unidos, advierte de que es "crítico"evitar una retirada prematura de la política monetaria acomodaticia, ya las brechas de producción aún son grandes en un periodo de baja inflación y contínua consolidación fiscal.
Por otro lado, el FMI advierte de que los riesgos para la perspectiva económica mundial siguen siendo a la baja, y a los ya identificados en octubre, se suman otros nuevos, como la baja inflación en las economías avanzadas, especialmente en la eurozona.
En este sentido, señala que con una inflación que permanecerá por debajo de su objetivo durante un tiempo, las expectativas a largo plazo podrían cambiar a la baja.
Esto aumenta los riesgos de una inflación menor de la prevista, lo que incrementa la carga de deuda real y una subida prematura de los tipos de interés reales, mientras la política monetaria está limitada por unos tipos nominales bajos. "Además, eleva la probabilidad de deflación en caso de impactos adversos en la actividad", añade.
Entre los riesgos que persisten, destaca la amenaza a la estabilidad financiera, ya que el endeudamiento empresarial ha aumentado, lo que en muchas economías emergentes se ha visto acompañado de una mayor exposición a las divisas internacionales.
"En una serie de mercados, incluidos algunos emergentes, la valoración de los activos podría verse presionada si los tipos de interés aumentan más de lo previsto y afecta negativamente a la confianza de los inversores", añade.
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