Empleo
El inglés frena la empleabilidad de los parados mayores de 45 años
El idioma de Shakespeare es requerido en el 90% de las ofertas que exigen hablar alguna lengua extranjera, pero sólo unos pocos admiten dominarlo
La realidad actual indica que los mayores de 45 años tienen más dificultades de colocarse que los más jóvenes. No es una exageración, lo dicen las estadísticas, un hecho bastante preocupante teniendo en cuenta que a este colectivo aún le quedan muchos años para alcanzar la edad de jubilación. Detrás de este escenario se esconden muchos prejuicios, como por ejemplo, la falsa creencia de que los mayores tardan más en asimilar nuevos conceptos o que están un poco alejados de la digitalización. A todos estos prejuicios se une un hándicap que frena su empleabilidad y es, en la mitad de los casos, su falta de conocimiento de lenguas extranjeras.
Un 57% de los profesionales españoles afirma tener conocimiento de inglés, aunque sólo un 33,7% asevera que son bilingües o cuentan con un nivel alto de inglés, un 44% afirma que cuenta con un nivel medio, y el 22,3% restante considera que tiene un conocimiento básico del idioma, según un informe de Randstad. Tras la crisis, los idiomas están cada vez más presentes en las ofertas de trabajo. El excedente de demandantes de empleo ha llevado a las empresas a ser más exigentes en las competencias que requieren de un candidato y el hecho de que muchas pymes se estén internacionalizando, las está llevando a requerir candidatos con idiomas.
De hecho en 2015, el 33,4% de las ofertas de empleo incluía entre sus requisitos que los candidatos tengan conocimiento de uno o varios idiomas, 0,4 puntos porcentuales más que un año antes, y 1,5 puntos porcentuales más que en 2013, según datos facilitados por Adecco, siendo el inglés el idioma más demandado, requerido en el 90% del total de ofertas que solicitan idiomas en España, porcentaje que no ha parado de aumentar en los últimos años.
Nunca es tarde
María José Bordetas, consultora de selección de la Fundación Adecco – que entre los colectivos que atiende se encuentra el de los mayores de 45 años en riesgo de exclusión social–, señala que la mayoría de las personas que le llegan no sabe inglés, excepto los mandos intermedios o directivos, aunque también en estos casos los hay que no lo dominan y ahora en las empresas lo demandan. «El inglés se ha convertido en un problema para los mayores de 45 años y lo saben. Incluso en un puesto administrativo también se les está pidiendo en el 60% de las ofertas de empleo. En puestos de secretaria o recepcionista, el inglés es un requisito en el 80% de las ofertas», explica esta experta.
No hay recetas mágicas para aprender el idioma. Los formadores de la Fundación Adecco consiguen darles en poco tiempo un empujón a los desempleados que ya cuentan con una base de inglés para puestos como atención al cliente, añade Bordetas. Sin embargo, para los que tienen «base cero» de inglés, les aconseja salir al extranjero para adquirir el idioma, «porque si se quedan dentro de nuestras fronteras aprenderlo no es un camino de rosas».
Andrés Fontenla, cazatalentos en Recarte&Fontenla, ha observado en su singladura profesional «muy buenos directivos que han visto frustradas sus proyecciones profesionales por la falta de inglés, así como candidaturas que no han traspasado los primeros filtros por la carencia de este idioma. Por tanto, para ser competitivos tienen que estar alerta a las señales del mercado para no quedarse atrás». La recomendación de este experto, buscador de perfiles directivos, es que «nunca es tarde para aprender idiomas. Se trata de vencer los clichés de resistencia mental y ponerse manos a la obra. Con esfuerzo y tesón se puede conseguir. La carrera profesional es muy larga. Por ejemplo, un directivo de 45 años todavía tiene por delante más de 20 años de trayectoria por lo que más le vale espabilar». Y es que en el caso de los perfiles directivos o de responsabilidad, la importancia de los idiomas es muy superior al resto de perfiles en general. Randstad Professionals estima que el 70% de los puestos de este tipo de perfil exige a los candidatos la capacidad de desarrollar su actividad en otro idioma.
«El mercado laboral se orienta cada vez más hacia un entorno internacional. Es decir, la competencia por el talento ya no se circunscribe únicamente a las empresas de la misma ciudad o del mismo país, sino que ahora se compite con organizaciones internacionales. Y todo esto es un contexto de déficit de talento, donde la demanda empresarial de determinados perfiles es mayor a la oferta existente en el mercado laboral. Por tanto, la movilidad internacional, se ha convertido en una de las herramientas más eficaces para aumentar la empleabilidad de los trabajadores y está directamente relacionada con su capacidad para desarrollar su actividad en diversos idiomas», aseguran fuentes de Randstad.
Menos optimista respecto a la capacidad de los más mayores de aprender idiomas se muestra Alfredo Santos, director general de Búsqueda y Selección de Talento de Hudson. En su opinión, se trata de una cuestión de «actitud» y, «quien no ha mostrado interés en aprender un idioma a lo largo de su vida, difícilmente lo hará a partir de los 50 años». Por otro lado, desde su experiencia asegura que, «es extraño que los perfiles ejecutivos o directivos no tengan conocimiento de algún idioma, porque para ascender en su carrera se han preocupado de adquirir esos conocimientos, o bien durante su preparación en prestigiosas escuelas de negocio, o recibiendo formación en su empresa».
Pero si ya dominar el inglés impulsa nuestra empleabilidad, conocer una segunda lengua la incrementa de manera exponencial. En este aspecto España se sitúa por detrás de nuestros competidores. Si la mitad de los estudiantes de secundaria de Europa aprenden actualmente dos o más lenguas extranjeras (50,3%), en el caso de España este porcentaje desciende hasta el 24,6%.
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