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Tarifa eléctrica

El laberinto eléctrico

Los españoles ya han financiado más de 13.000 millones del déficit de tarifa en los últimos diez años. Sólo Malta, Estonia y Letonia registran aumentos de precios superiores al de España

La Razón
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La «guerra» de las eléctricas con el Gobierno a cuenta del déficit de tarifa ha puesto de manifiesto la necesidad de reformar un mercado energético que funciona como un oligopolio, como resaltó el vicepresidente de la CE, Joaquín Almunia, el viernes. En los últimos siete años (2008-2013), el precio de la electricidad se ha disparado un 63% en nuestro país, lo que ha provocado que España sea la cuarta economía de la UE con un mayor incremento en el coste de la luz en el citado periodo. La factura que pagan los españoles es, además, la sexta más cara de Europa. El 45% de la factura corresponde al coste de la energía y es la parte liberalizada, mientras que el 55% restante lo fija el Gobierno con peajes (transporte, distribución, subvenciones a las renovables y otras primas, entre otros conceptos).

Un desajuste de cerca de 27.000 millones

El déficit de tarifa del sistema eléctrico español –la diferencia generada entre los costes que dicen soportar las eléctricas por producir la energía y los ingresos procedentes de su venta– se ha multiplicado por 18 en once años, al pasar de los 1.500 millones de euros de 2002 a los más de 27.000 millones previstos para el presente ejercicio. El año en el que más desfase hubo fue 2008, cuando la cifra alcanzó los 6.287 millones. Sólo durante este año, el Ejecutivo prevé que el «agujero» sea de 3.600 millones de euros, y el Ministerio de Hacienda se negó a financiar el desajuste con cargo a presupuestos. Las eléctricas comenzaron una guerra con el Ejecutivo. Desde 2003, los hogares españoles han costeado más de 13.000 millones de euros del déficit de tarifa del Estado con las eléctricas.

Coste de la energía, impuestos y peajes

La subasta Cesur, que funciona como un mercado de futuros ligado a expectativas sobre la evolución del precio mayorista de la energía en el «pool», es la que calcula el precio de la energía en la tarifa de la luz, el 45% de la factura total. En esta «puja» no se realiza una compra física de energía, sino que se fija la tarifa a cobrar durante el trimestre siguiente. La realizada el jueves, que fue paralizada por el Gobierno tras recibir un informe de la CNMC, estaba destinada a marcar el precio del primer trimestre de 2014 e iba a generar una subida del 11% en la factura.

Las comercializadoras, filiales de las cinco grandes eléctricas, compran la electricidad a las empresas encargadas de vender la electricidad –entre las que figuran grandes bancos de inversión y brokers internacionales– a un precio generalmente inferior al de la tarifa establecida.

Otro 21% de la factura corresponde a los impuestos, que fija el Gobierno, mientras que el cerca del 20% son subvenciones a las energías renovables.

Las primas a las energías «verdes» son el principal argumento contra el que cargan las empresas eléctricas y su patronal (Unesa), ya que consideran que elevan mucho la factura y que estas energías no son viables desde una óptica económica. Es una de las herencias recibidas de la gestión energética del Gobierno socialista.

El Ejecutivo ha reducido sensiblemente las primas a las energías renovables en los últimos meses con el objetivo de rebajar el déficit de tarifa.

Aumento del 63% en el precio de la luz

España es el cuarto país de la Unión Europea (UE) en el que más ha subido la factura de la luz en los últimos siete años. Según datos de la Comisión Europea (CE), la factura se ha incrementado un 63% entre los años 2008 y 2013, un incremento sólo superado por Malta (71%), Estonia (66%) y Letonia (64%).

Esta fuerte subida de precios de la energía es la consecuencia de la financiación del déficit de tarifa alcanzado con las empresas eléctricas, la política de aumento de las subvenciones a las energías renovables y el incremento del coste de la electricidad en las subastas de la Cesur y en los mercados mayoristas.

Alzas y bajas para 28 millones de contratos

El recibo de la luz ha sufrido fuertes oscilaciones en los últimos dos años. El mayor aumento se produjo en el segundo trimestre de 2012, con un repunte del 7%, mientras que entre marzo y junio del presente ejercicio llegó a caer un 6,6%.

No obstante, y con la losa de un déficit de tarifa creciente, sólo en dos de los ocho trimestres de 2012 y 2013 se produjeron rebajas en la factura.

Actualmente, de los 28 millones de contratos eléctricos que hay en España, 18 se acogen a la Tarifa de Último Recurso (TUR), que fija el Boletín Oficial del Estado (BOE) cada trimestre en función del resultado de la subasta y los cambios regulatorios que decida el Gobierno.

Los otros diez millones de contratos son teóricamente «libres» y eligen entre las ofertas que realizan las empresas eléctricas. No obstantes, las tarifas finales suelen ser bastante similares a las que fija la TUR.

El punto de partida de las subastas

La subasta del pasado jueves comenzó con precios de la energía en el mercado mayorista inusualmente altos desde hace varias semanas, con un máximo de 93,1 euros el megavatio/hora el pasado día 8 de diciembre. Después de la subasta, el coste se desplomó hasta 56,2 euros, lo que llevó a la CNMC y al Gobierno a sospechar que los precios habían sido manipulados por las eléctricas para «inflar» el resultado de la «puja».

La sexta energía más cara de la UE

Las consecuencias del descontrol eléctrico de los últimos años (renovables, oligopolio, impuestos y déficit de tarifa) las seguirán pagando los consumidores, que soportan la sexta factura más cara de toda la Unión Europea (UE). En concreto, en España se paga, según los últimos datos disponibles y a la espera de las próximas subidas de la luz, una media de 0,2228 euros por kilovatio/hora (ver gráfico adjunto).

Sólo nos superan Dinamarca, Alemania, Chipre, Irlanda e Italia a nivel europeo.

Beneficio neto conjunto de 5.639 millones hasta septiembre

Las cinco grandes eléctricas de nuestro país (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, Red Eléctrica y Enagás) lograron un beneficio neto conjunto de 5.639 millones de euros entre enero y septiembre del presente ejercicio. Iberdrola registró unas ganancias de 2.275 millones en los primeros nueve meses del año, lo que supone un 3% menos que en el mismo periodo del año anterior, mientras que Endesa registró un descenso del 6,7%, hasta los 1.551 millones. Ambas criticaron el impacto de la reforma energética del Gobierno en sus cuentas de resultados. Gas Natural Fenosa, por su parte, elevó un 0,4% sus ganancias, hasta los 1.120 millones, mientras que Red Eléctrica Corporación registró un resultado neto de 389,4 millones (un 15,2% más). Enagás, por último, ganó 303,6 millones hasta septiembre, un 7,9% más.